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Capítulo 179

“Adrián ¿No te parece que me controlas demasiado? ¿Acaso tengo que informarte a dónde voy cada momento?” Dije ajustándome la ropa, intentando dejar la azotea.

Gonzalo no estaba escondido en un lugar muy oculto, pero afortunadamente era de noche y, si no mirabas hacia allí, era imposible descubrir que había alguien.

Sin embargo, Adrián me bloqueó el paso, “¿A dónde vas?”

“¿Qué te pasa? ¿No puedo irme a dormir? No soy una criminal, ¿acaso ya no tengo libertad?”

Deliberadamente empujé su mano con fuerza. La azotea era tan pequeña que pronto descubriría que había

otra persona.

Como esperaba, miró alrededor de la azotea con sospecha.

“¿Estás sola?”

“¿Qué te parece? Jonathan volvió al hotel.”

Pero él siguió bloqueando la puerta firmemente. “Iris, ¿asi es como hablas con tus mayores?”

Su tono era frío, como si llevara algo de ira.

“No pienses que porque Jonathan se preocupa por ti, puedes hacer lo que te plazca. Este es mi territorio. Si quiero que mueras, ¡No vivirás!”

De repente, sus ojos revelaron una intención asesina. Di un rápido paso atrás y luego sonreí.

“Correcto, mi situación ahora es igual a la de Gabriel. ¿Crees que él podría sobrevivir en el extranjero sin dinero? ¿Qué? ¿Acaso planeas matarme aquí? ¿Vas a matar a la señora Vargas? ¡La familia Vargas, por su reputación, también rompería lazos contigo!”

Puse cara de confianza, y lo miré fijamente. Si planeaba matarme allí, realmente sería una muerte injusta. Incluso si Gonzalo pudiera salir y ayudarme, ambos hubiéramos quedado expuestos.

Cuando vi que él estaba acercándose, rápidamente le hice una señal con la mano para que se mantuviera al margen. Al mencionar a Gabriel, los ojos de Adrián se volvieron aún más feroces.

“Iris, ¿qué es lo que sabes?”

“Sé que necesitas dinero.” Dije sin mucha emoción, luego agregué, “¿Solo quieres usar mi fondo para cubrir los huecos de tu hijo? Ahora que Jonathan no quiere trabajar contigo, has puesto tus ojos en mí, ¿verdad?”

Él se quedó atónito por un momento, y luego sus ojos se llenaron de rencor.

“Ese viejo, ¡Realmente le dio todo el dinero a tu familia! Yo sabía que no podía estar completamente sin dinero, al final solo me dio un poco, ¡Y aún siguió sintiéndose mal por tu familia!”

Luego caminó furioso por la azotea.

De repente, se detuvo frente a mí y me agarró los hombros con furia.

“Dime, ¿tu dinero también está en Estados Unidos? ¡Por eso te fuiste a Seattle en aquel entonces! ¿Verdad? ¿Cuánto dinero? Dime, ¿cuánto dinero tienes realmente?”

“Adrián, ¿crees que te daría cientos de millones? ¿Estás loco o crees que soy estúpida?”

Al ver que intentaba empujarme hacia el borde de la azotea, solté una risa serena.

“Si me empujas, mi dinero será de Jonathan, ¿Crees que el te lo daría?”

Su mano se detuvo por un momento, y luego la retiró.

Aprovechando la situación, lo empujé y caminé hacia la puerta de la azotea.

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Capitulo 179

“Además, sin Gonzalo, tampoco puedo acceder al dinero, el tiene la clave. Así que, por más que quisiera, realmente no puedo usar ese dinero, si encuentras una manera de encontrar a Gonzalo, entonces hablaremos en otros términos.”

Abrí la puerta, y viendo a Adrián seguirme, finalmente me sentí aliviada.

Al parecer, se quedó pensando en lo que había dicho, sin hablar.

Una vez que llegamos al ascensor, finalmente habló.

“Iris, no necesito tu dinero, pero definitivamente te ayudaré a encontrar a Gonzalo.”

Al escucharlo solté un resoplido frío, sin decir mucho más.

En ese momento, él solo deseaba que estuviera muerta, para que la propiedad fuera suya y pudiera dividirla con Jonathan como bienes conyugales.

Cuando subimos al ascensor, continuó hablando: “Pero la colaboración con la familia Vargas tampoco puede detenerse.”

“Te ayudaré, ¡pero tú también tienes que ayudarme!”