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Capítulo 156

La última frase de Begoña nos dejó à Jonathan y a mi con el corazón en la mano

Bajé la mirada reflexionando sobre sus palabras, todavía creía que, por muy despreciable que fuera Adrián, no llegaría a levantarme la mano, ¿verdad? Pero Jonathan, claramente no pensaba lo mismo, ya que su rostro se había oscurecido visiblemente.

Ella no se quedó mucho tiempo, y todavia con una expresión de disgusto se marchó.

Yo, por mi parte, seguí dándole vueltas a sus palabras, al parecer, Adrián realmente estaba desesperado por dinero hasta el punto de no escatimar en los medios para conseguirlo.

Y en cuanto al fondo…

“Eres bastante impresionante, incluso mintiendo encuentras pistas para salir del apuro.” Dije mirando a Jonathan.

“Eso no es lo más importante, lo importante es que ahora realmente tienes que tener cuidado.”

Él se puso serio por primera vez, incluso se mostró un poco asustado.

“¿Por qué?” Pregunté mirándolo sin entender.

“Por el fondo.”

Al escucharlo decir eso, me quedé aún más confundida.

“Adrián necesita dinero, ahora tú tienes el fondo, y además, podría estar bajo el control de Gonzalo, ¿no crees que eso te pone en peligro?” Preguntó con un suspiro.

“Con la pista de Gonzalo, teniéndote a ti como la parte interesada, ¿qué dinero no podrían conseguir?”

Luego de pensarlo un poco más, finalmente entendí lo que quería decir.

De hecho, si tenía dinero, eso realmente podría resolver una urgencia.

Después de todo, lo que más falta le hacía en ese momento a la familia Moreno era el dinero, y varios proyectos estaban esperando fondos circulantes. Pero si corría peligro, el dinero tampoco llegaría a manos de Adrián.

Tú eres mi esposo, incluso si yo muriera, tú serías mi heredero directo.”

Apenas terminé de hablar, Jonathan me dio un golpe en la cabeza.

“Muerte, muerte, muerte, ¿no puedes hablar de algo serio por una vez? Sí, eres mi esposa, eso es cierto, pero ¿olvidaste lo que le dijiste a Begoña?” En ese instante abrí los ojos sorprendida, sin poder creer lo que había escuchado.

De hecho, le había dicho a Begoña que íbamos a divorciarnos, pero ella también sabía que por el momento no podíamos hacerlo.

“¿Acaso Adrián piensa que vamos a divorciarnos?”

Él asintió con pesar.

“Si nos divorciamos y tus padres ya no están, ni tampoco tus abuelos, entonces, dime, ¿quién heredaría tu fondo?”

Bajé la cabeza sin decir nada, si era así, entonces, Adrián sería mi primer heredero. Después de todo, en la familia Moreno solo quedan tres miembros, mi dinero o iba para él, o para Gabriel Moreno o para Begoña.

“No tienes idea, Adrián prácticamente quiere que Begoña y yo estemos pegados el uno al otro las 24 horas del día.”

“¿No entiendes lo que intenta hacer? ¡Quiere que nos divorciemos cuanto antes!”

Jonathan se fue enojando más y más, y yo rápidamente traté de calmarlo. De hecho, si ese era el plan de Adrián, mirándolo bien, no estaba tan mal.

Nos divorciábamos, mi dinero iría para él, y el Grupo Vargas iría para su hija, realmente saldría ganando sin importar qué. Pero pensando en la situación actual, negué con la cabeza.

“Ya mandó a Begoña a seducirte, probablemente no va a hacerme daño, él ni siquiera sabe cuánto dinero hay en el fondo. Pero debe pensar que hay mucho, si no, ¿por qué tu papá no se lo dijo a tu mamá?”

Ese dinero era mío, no era parte de los bienes matrimoniales.

Pero mi papá tampoco era ese tipo de persona, todavía confiaba en su integridad.

Jonathan tomó mi mano, y su tono se tornó algo complicado.

“Ya te lo dije, no voy a divorciarme, tenemos que estar juntos. Pero también tienes que tener cuidado, ¿ya olvidaste cómo murió tu papá?”

Al escucharlo, mi corazón se apretó de golpe.

Mi papá murió en un accidente, si después de divorciarme me pasara algo similar…

Ni siquiera me atreví a seguir pensando en