Chapter Ultimas 133
Capítulo 133
La noche se tornó en un espectáculo de relámpagos y truenos, y de repente comenzó a caer un aguacero.
Mirando el cielo a través de la ventana, supe que sería otra noche de insomnio.
Como era de esperarse, apenas empezó a llover, el celular de Jonathan sonó.
Él, con un aire de resignación, me pasó el teléfono. “Contesta.”
“No quiero hablar con ella. Hazlo rápido, o mejor consigue una app para cambiar la
VOZ.
Al ver que quien llamaba era Begoña, solo pude pensar que estaba loca.
¿Por qué esa prisa por aferrarse a Jonathan?
Le lancé una mirada y presioné el botón para contestar, poniendo el altavoz
Deslicé mi mano hacia la parte baja de la espalda de Jonathan, y lo pellizque suavemente.
“¡Ay!”
Él me miró fijamente, y del otro lado de la linea se escuchó la voz de Begoña: “Jonathan, ¿qué te pasó?”
“Nada, nada, solo que me apuré al contestar y me golpeé la mano.”
Él apretó mi mano con fuerza y luego me arrastró hacia el sofá.
“Señorita Moreno, ¿a qué se debe la llamada?”
“Ay, ¿por qué tanta prisa? ¿Acaso no puedo llamarte? ¿Te lastimaste? Cuando te vea, te daré un masaje en la mano.”
La voz de Begoña era coqueta y parecia estar de muy buen humor.
Pero al siguiente segundo, su tono cambió a uno más quejumbroso.
“Jonathan, aquí los truenos suenan muy fuerte, y el viento también, tengo mucho miedo, ¿puedes venir a acompañarme? La culpa es de Iris, ya le dejé en claro que no me gustaban los hoteles, pero insistió en que me quedara en uno. Con lo grande que es su casa, ¿cómo es que no hay espacio para mí? Ay…”
Al escucharla rodé los ojos, ¿qué tenia que ver yo con todo eso? Si ella quería quedarse, bien podría haberlo hablado con Jonathan.
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“Verás, no es muy conveniente que salga en estas condiciones, las calles están. inundadas, no es seguro.” Dijo Jonathan apretando mi mano con fuerza.
En ese momento casi suelto una carcajada, quise decirle que podía ir en su camioneta todoterreno, pero ante su mirada de advertencia, decidí sabiamente guardar silencib.
“Ay, solo estaba comentando cómo me sentía, ¿cómo iba a querer ponerte en peligro?”
La vo
voz de Begoña sonó extremadamente afligida, casi llorosa.
“El solo hecho de saber que te importo es suficiente, ¿puedes quedarte al teléfono conmigo?”
“Mmm, está bien…”
Pude ver cómo la cara de Jonathan casi se transformó de la bronca, pero continué tranquilizándolo, instándolo a hablar un poco más con ella.
Cinco minutos después, Begoña finalmente empezó a hablar mal de mí.
“Iris siempre ha sido así, nunca escucha a nadie. Es bonita, y tiene a muchos detrás de ella, debes haber sufrido mucho persiguiéndola, ¿no? En el pasado ella solo disfrutaba estando con los hijos de familias adineradas. Cuando mi familia no tenía dinero, ni siquiera me dirigía la mirada, por eso no se acuerda de mí. A ella todavía le encanta el dinero, ¿verdad? Mira cómo se viste y todo lo que lleva, ¿no es todo gracias a tu dinero?”
Ella sabía cómo hablar, pero sus palabras nunca daban en el clavo.
Cuanto más intentaba difamarme, más feliz parecía, sin importarle si lo que decía era verdad o no.
Jonathan y yo nos miramos, sin saber qué decir, cuando de repente me guiñó un ojo.
“Si, bueno, las mujeres, siempre aman algo. Por eso ni siquiera me atrevo a dejar que ella maneje la empresa, su tio anterior, ¿Gonzalo Sainz? Era muy astuto, era el contador antiguo, también temía que ella se metiera con mi dinero.”
Al escucharlo apreté fuerte su mano, pensando que era un genio.
Mientras me mordisqueaba el dedo, en su voz había un tono de queja.
“¿Gonzalo? ¿El antiguo contador de la familia Moreno?”
Al parecer, a Begoña le tomó un momento recordar a
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a persona, pero luego de
Capitulo 13
hacerlo, soltó una risa burlona.
“Tranquilo, nadie va a ayudar a Iris, y menos Gonzalo,”
“¿Por qué?” Preguntó Jonathan de inmediato.
“Porque él simplemente ya no va a aparecer.”