Chapter Ultimas 124
Capítulo 124
Jonathan aparte de haberse lastimado la palma, estaba bastant bien.
Miriam había comprado medicinas importadas, se decía que cada pastilla costaba como mil o dos mil pesos, no era de extrañar que fueran tan efectivas.
Yo, por mi parte, necesitaba chequeos regulares para asegurarme de que todo estuviera en orden con mi salud..
Cuando me dieron de alta, Estrella y Violeta incluso llevaron una gran pancarta al hospital.
[Celebración calurosa por la salida del hospital de la señora Iris, de ahora en [Celebración calurosa por la salida adelante sin restricciones, bendiciones celestiales.]
Rápidamente me puse mi sombrero y mascarilla, pretendiendo no conocer a esas dos, pero al final me detuvieron.
Jonathan parecía estar muy feliz, e incluso mandó a guardar cuidadosamente la pancarta para colgarla en la casa.
Al parecer, después de mi secuestro, la relación con Jonathan volvió a ser tan buena como cuando nos casamos,
Aparte de no compartir la cama, todo lo demás era maravilloso.
Después de unos días de descanso, cuando volvi al trabajo, me di cuenta de que todo había cambiado.
Casi todos me saludaron al verme, y en sus ojos ya no había desprecio.
Después de todo, era la esposa por la que Jonathan había arriesgado su vida. Eso pareció confirmar los rumores que habían circulado en la empresa, yo era la única mujer a la que | Jonathan había amado.
Ya nadie pensaba que yo era una cazafortunas,
sino que me converti en la señora Vargas, la cual era profundamente amada por Jonathan.
Incluso estuvieron aquellos quienes dijeron que lo nuestro era un amor que había nacido después del matrimonio, y que Jonathan era un caso de redención.
No presté atención a los chismes de la oficina, mi mente estaba en el proyecto del
puente.
El proyecto se había retrasado debido a mi incidente, por lo que en ese momento no podíamos permitirnos más demoras.
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Capitulo 124
Al ver que Cristian fue a la empresa, no pude evitar sorprenderme.
Había perdido mucho peso, y se lo veía agotado.
Me había mandado mensajes por WhatsApp preguntando cómo estaba, pero nunca me habló de su propia situación. Ahora que lo pienso, era extraño, sabía de mi incidente y seguro querría saber cómo estaba, pero nunca se había presentado.
“Lo siento, tuvimos problemas con un proyecto en Chicago, acabo de regresar a Tijuana, ¿cómo estás?”
En ese momento me enteré de que estaba manejando varios proyectos a la vez, por lo que estaba bastante estresado.
“Como ves, estoy bien, no te preocupes.”
“¿Viniste a hablar del puente?”
Me examinó de arriba abajo, y asegurándose de que parecía estar bien, mencionó
los asuntos laborales.
Todos sabíamos lo importante que era ese proyecto, si salía bien, las posibilidades. de ganar futuras licitaciones aumentarian significativamente, al igual que las ganancias.
Si Jonathan no hubiera intervenido, quizás ya habríamos empezado a colaborar.
Al pensar en Jonathan, suspiré.
“En realidad, reconozco tu habilidad y la de LatAm Comercio Integral, una alianza sería lo ideal, pero Jonathan… Vamos a buscarlo juntos, ahora mismo en el Grupo Vargas él es el que tiene la última palabra.”
Cristian asintió, “Tu esposo es complicado
a
Al escucharlo me reí un poco avergonzada, era cierto. Jonathan solía ser más calmado y reservado, nunca supe qué le había pasado últimamente que siempre estaba en desacuerdo con Cristian.
Pero lo que no esperaba era que, al llegar a su oficina, a una mujer hermosa y sensual apoyada en el escritorio, riéndose y hablando con Jonathan.
“Iris, ten cuidado con esa rhujer, no viene con buenas intenciones.”
Olivia pasó con unos documentos, lanzándole una mirada penetrante a la mujer de adentro.
“¿Quién es ella?” Pregunté frunciendo el ceño, mirando a esa mujer.
Su perfil me resultó familiar, pero no pude recordar quién era.
Olivia me hizo una mueca, “No sé, dice que representa a la familia Moreno, la conoces? De cualquier manera, esa mujer es problemática, hace un rato la vi caminando de una manera tan extraña que casi se cayó en los brazos del
presidente Vargas.”
“Acabamos de deshacernos de un Miriam, y ahora aparece otra zorra, Iris, ten cuidado.”