Chapter Ultimas 188
Capítulo 188
En ese momento Caye no
paraba de llorar, negando constantemente con la cabeza, luchando por acercarse.
Si te mueves, te dispo
primero!” Dijo Adrián apuntandole directamente con la pistola en la cabeza.
*Gonzalo, si quieres salvar a tu hija, está bien, però primero quiero ver el dinero.”
Luego, me apuntó con la pistola hacia mi, “Tú e Iris a cambio de Caye, es justo, ¿no?”
Tris después de todo es la señora Vargas, ni la policia se atreve a tocarla. Cuando la lleve al extranjero, ¿qué más podría temer? Iris no es tu hija biológica, deberías saber a quién salvar” Luego comenzó a reírse a carcajadas, y Caye cerró los ojos asustada. Gonzalo se arrodilló y continuó suplicando humildemente.
“Si las dejas ir, puedo conseguir el dinero, ¿sino qué crees que he estado haciendo todos estos años? La clave está conmigo, soy el principal administrador, iris no puede tocar el dinero! Adrián, la policía ya te está buscando, no puedes escapar por los canales normales, ¡puedo llevarte a contrabando fuera del país! Créeme, yo también cometi un crimen, ya no puedo quedamme en Méxicol
Cuando dijo eso, un brillo apareció en los ojos de Adrián.
“Es cierto, ¿cómo olvidé eso? Inicialmente falsificaste varias cuentas, perdiendo activos por cientos de millones, idefinitivamente terminarás en prisión!
Gonzalo asintió, “Por eso, hace tiempo encontré a alguien para que me ayudara a escapar fuera de aquí, de lo contrario ¿cómo crees que nunca pudiste encontrarme? Acabo de regresar a México hace más de dos años, solo quería transferir los fondos, confía en mí.
Gonzalo tenia una expresión sincera en su rostro, por lo que Adrián se conmovió.
¿Qué podría ser mejor para un rehén que, como él, necesitaba huir?
Llevamos a mi a Caye le resultaría una carga, pero si se llevaba a Gonzalo, sería diferente.
Quise decir algo, pero en ese momento vi a Gonzalo negar con la cabeza.
“La clave, la clave está conmigo, si no me crees, ¡puedes verificarlo! “En el extranjero no les importa quién sea Iris, mientras tengamos dinero, ¡podremos falsificar cualquier cosa! Créeme, este dinero es nuestro, ¡ninguno de nosotros necesita ir a la cárcel!”
Los ojos de Adrián se movieren, tentado. Javier era hábil, en solo un par de días comenzó a moverse, y Adrián, definitivamente no estaba preparado.
En ese momento no tenía a nadie a su lado, lo que demostró que tampoco tuvo tiempo de prepararse.
Gonzalo se levantó lentamente, sosteniendo una memoria USB, diciendo, “Deja ir a Caye, luego nosotros nos iremos en el auto. Sin los rehenes, la policía no te perseguirá sin cesar. Caye, soy tu papá, no quieres que tu papá vaya a prisión, ¿verdad? Ayúdame a retener a la policía, ¿sí?”
Los turbios ojos de Gonzalo solo brillaron cuando miró a Caye, quien negó con la cabeza y luego asintió desesperadamente, en ese momento, sus lágrimas comenzaron a fluir incontrolablemente. Gonzalo me miró profundamente, y desde el rabillo del ojo también vi a la policía subiendo lentamente las escaleras.
Me quedé quieta, sin atreverme a moverme, pero ya había pensado en salvar a Caye.
Gonzalo se acercó lentamente a Adrián.
“No quiero ir a prisión, de lo contrario, ya te habría denunciado, estamos juntos en esto. Adrián, piénsalo, si te atrapan y te condenan, ¿dónde me deja eso? Así que, sería mejor si nosotros…* De repente, su expresión cambió y se lanzó ferozmente hacia Adrián.
*¡Vete al infierno!”
Adrián fue tomado por sorpresa.
¡Bang!
Un disparo sonó, y por instinto corrí hacia Caye, usando toda mi fuerza para arrastrarla a un lado y luego abrazarla fuertemente.
¡Bang, bang, bang!
No sé cuántos disparos más sonaron, solo sé cerré los ojos con fuerza, apretando mis manos cada vez más fuerte.
Luego de unos momentos alguien fue a tirar de mí, y me resistí instintivamente.
Fue entonces cuando escuché la voz de la policía, “Somos la policía, ya están