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Capítulo 177

No pude dormir en toda la noche, de vez en cuando tenía que revisar la hora en mi teléfono.

En cuanto se hicieron las once, me levanté a observar la situación del pasillo.

Begoña me había asignado una habitación VIP, justo cerca de las escaleras.

Conté los minutos en silencio, y al ver que la luz roja del monitor de las escaleras se apagó, supe que el sistema de vigilancia se estaba actualizando.

Aprovechando que nadie prestaba atención, salí rápidamente de la habitación y subí por las escaleras.

La azotea estaba dos pisos arriba de mi habitación, al abrir la gran puerta de la azotea, una vez más apreté el cuchillo de frutas en mi mano.

El viento en la azotea era fuerte, por lo que envolviéndome más en mi ropa, miré a mi alrededor.

De repente, la puerta detrás de mí se cerró y entonces vi una figura encorvada.

“¿Gonzalo?” Pregunté acercándome cuidadosamente.

El hombre, con la voz ronca, dijo: “Sígueme.”

Sin oponer resistencia, lo seguí hasta un rincón de la azotea.

Allí el viento era menos fuerte y podía bloquear la vista. Al sentirse seguro, se quitó el sombrero y la máscara,

y al ver las cicatrices en su rostro, me tapé fuertemente la boca, y las lágrimas empezaron a fluir sin parar.

“Gonzalo, tú… ¿qué te pasó…?”

“Deberías saberlo, fue por el incendio.”

El hombre suspiró, sacudió la cabeza, y luego se sentó en una silla desechada a un lado.

“Iris, hace tanto tiempo que no te veo, qué bueno es que nos encontremos.”

Asentí con la cabeza, sin saber qué decir.

¿Qué tan bueno era verlo? No parecía estar bien. Pro si no lo hubiera visto, tal vez estaría aún peor.

“Gonzalo, viste a Caye, ¿verdad?”

Pensando en la figura que vi ese día en la puerta de la habitación, me ahogué un poco.

Nada es más doloroso que un padre e hija que no pueden reconocerse durante tantos años.

Él asintió con la cabeza, con un brillo de amor en sus ojos.

“Caye ha crecido y se ha vuelto hermosa, cuando era pequeña se parecía a su madre, ahora se parece más a mí. Su intoxicación debió haber sido intencional, Adrián está intentando atraerme, ¡Ese desgraciado!” Dijo golpeando la silla a su lado con ira, antes de calmarse lentamente.

“Gonzalo, ¿has estado aquí todos estos años? ¿Qué pasó exactamente? Y sobre mi padre…”

Al verlo levantar la cabeza y mirarme con complejidad, no seguí preguntando.

A decir verdad, la realidad y lo que Caye había dicho eran bastante similares.

Paşó un buen rato antes de que él empezara a hablar lentamente.

“La madre de Caye se enfermó, Adrián era compatible, dijo que nos ayudaría, pero que también necesitaba que yo le hiciera un favor. En ese momento, tu familia tenía algunos problemas financieros, en realidad no era algo grave, todo fue mi…”

Lo que siguió fue más o menos lo que Caye había adivinado.

Adrián utilizó eso como amenaza, Gonzalo falsificó las cuentas, y el dinero de la compañía terminó en sus

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Capítulo 177

bolsillos.

Al final, pensó que al menos podría mantener a su familia a salvo enviando a la gente al extranjero.

“Adrián se retractó, y ella no se pudo someter a la cirugía!

Mi voz era plana, sin saber cómo debería reaccionar.

Gonzalo asintió firmemente, “Sí, todo es mi culpa, es mi castigo.”

No me pidió perdón, y yo tampoco dije mucho. Él tenía la culpa, Adrián también, pero él también era una

víctima.

Miré hacia fuera de la azotea, incluso de noche, estaba iluminado y animado, simplemente esa animación no nos pertenecía a nosotros, los desposeídos.

“Iris, cada año le doy a Adrián una parte de la evidencia de cómo él y yo conspiramos contra tu padre, y otra parte la guardo en una caja fuerte. Allí también hay algo de dinero para Caye, no confío en nadie más, pero en ti sí.” Dijo sacando la llave de una caja fuerte y una pequeña bolsa de documentos.

“Aquí hay un poder para que puedes ir a sacar la evidencia. También está este USB, parte de la evidencia de la conspiración entre la familia Moreno y la familia Marcías está aquí, todo esto es para ti.”

Capítulo 178

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