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apítulo 175

No sé cuánto tiempo pasó antes de que Jonathan se sometiera a un lavado de estómago y finalmente saliera de peligro.

El doctor, secándose el sudor de la frente, dijo, “¿Dónde está la familia del paciente? No se preocupen, una vez que despierte, estará bien. Definitivamente tienen que mantenerlo alejado de cualquier cosa que le cause alergias, de lo contrario, quién sabe qué podría pasar la próxima vez.”

No paré de agradecerle al doctor, y luego, al voltear a ver a Jonathan en su cama de hospital, finalmente pude calmarme. Adrián llegó cuando ya estaba amaneciendo.

Él le echó un vistazo a Begoña, quien estaba a un lado sintiéndose culpable, y luego me miró a mí.

“Iris, ¿cómo está Jonathan? ¿Está bien? Yo no sabía que él era alérgico a algo. ¿No será que comió algo ayer que le provocó esto?”

En ese momento, directamente le dije lo que se me pasó por la cabeza.

“¿Así que no lo sabes? ¿Me estás diciendo que lo envenenaste y no lo sabías?¿Quieres que llame a la policía y traiga a un periodista para hacer una historia?” Dije mirándolo ferozmente, realmente enfadada.

Incluso si quería que Begoña ascendiera, no debería haber tramado nada contra Jonathan una y otra vez.

“¡No puedo creer que te atrevieras a pensar en drogarnos! ¡Qué bajo has caído! Adrián, déjame dejarte algo en claro, el Grupo Vargas no continuará cooperando con este proyecto. ¡Lárguense!”

Me dirigí directamente a la puerta, la abrí, y los miré fríamente.

Adrián miró a Begoña, y finalmente se me acercó.

“Iris, todos somos familia, ¿por qué hacer esto? Hacer un escándalo así en la habitación del hospital de Jon, ¿no te parece que es inapropiado?”

Él intentó agarrarme la mano, pero yo simplemente lo solté.

“Jonathan no es alguien a quien tú puedas llamar de esa forma. Si puedes, haz que se divorcie de mí ahora. Si no, ¡Vete! Y tú, drogando a alguien y vendiendo a tu propia hija, ¡Eres un descarado!”

Mi tono voz fue bastante elevado, y como la puerta del hospital estaba abierta, muchos pacientes y sus familiares se nos quedaron mirando.

El día anterior, mucha gente vio la situación de Jonathan, por lo que en ese momento estuvieron aún más

interesados en el drama.

Adrián nunca había sido tratado de esa forma, así que se fue de inmediato.

Cuando Begoña pasó por mi lado, me miró significativamente y luego hizo un gesto de llamada telefónica.

Asentí ligeramente, entendiendo lo que quiso decirme. Una vez que se fueron, finalmente pude respirar aliviada. Jonathan aún no había despertado, pero sus signos vitales ya se habían recuperado.

Sentada frente a su cama, le tomé suavemente la mano.

“Jonathan, lo siento.” Aparte de disculparme, no supe que más decirle.

Si no fuera porque me estaba ayudando a investigar, no habría tenido que ir a Guadalajara, ni involucrarse en los asuntos de la familia Moreno.

Si no fuera por ayudarme, no estaría en coma. Me sequé las lágrimas silenciosamente y finalmente me quedé dormida junto a su cama.

Cuando volví a despertar, ya estaba acostada en una cama de hospital.

“Iris, ¿qué te está pasando?” Preguntó Begoña mirándome con frialdad.

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Capítulo 175

Ella se acercó a la puerta para asegurarse de que no hubiera nadie afuera, y luego volvió.

“¿Tienes cáncer? ¿lgual que tu madre?”

En ese momento me sorprendí y luego miré mi ropa, la cual ya había sido cambiada por un uniforme de hospital.

Supuse que el doctor también había revisado mi expediente médico.

Begoña se sentó a mi lado, visiblemente molesta, “Jonathan no sabe sobre esto ¿verdad?”

Negué con la cabeza, y ella suspiró.

“Entonces, al no divorciarte ¿Piensas dejarle el fondo de inversión? Realmente no te entiendo, te ha traicionado una y otra vez y aun así lo sigues amando.”

“Prima, no le digas nada, te ayudaré a tomar control de la familia Moreno.”

En ese momento levanté la vista y la miré fijamente, ella abrió la boca pero al final solo asintió resignada.

“Está bien, ya hice todos los arreglos con el hospital, Adrián tampoco lo sabrá.”

“Pero tú… en fin, si necesitas algo, contáctame. Me voy.”