Chapter Ultimas 129
Capítulo 129
En ese momento me volteé a ver a Jonathan, sin entender en absoluto en qué
estaba pensando.
El simplemente tomó los documentos y se levantó, “Directora Moreno, acompañame a mi oficina, ustedes dos esperen aquí un momento.”
Ni siquiera me miró, simplemente salió del cuarto de juntas.
Miré a Cristian con algo de disculpa y luego seguí a Jonathan.
Al volver a la oficina, inmediatamente cerré las persianas.
“Jonathan, ¿en qué estás pensando? ¿No sabes cómo es LatAm Comercio Integral?”
“Sí, lo sé. ¡Y también sé cómo es Cristian! ¡Te ha estado persiguiendo desde la universidad, y ya estás casada! Es tan persistente como una sombra.” Jonathan apretó los dientes y lanzó los documentos que tenía en la mano.
“De cualquier manera, no quiero trabajar con él, es demasiado molesto.”
Viéndolo tan molesto, nuevamente tuve que explicarle con paciencia los pros y los
contras.
Pero él siguió sin hablar, solo observó los documentos en silencio.
Sabía lo que estaba diciendo era verdad, solo estaba haciendo un berrinche..
Al final, decidi dejar de insistir.
“Olvidalo, al fin y al cabo, como el Grupo Vargas es tuyo y no mío, lo que digo no
importa.”
Dije tanto lo bueno como lo malo, si él no quería aceptarlo, no había nada que pudiera hacer.
Pensando en que no debería enojarme por mi salud, decidi no mirarlo ni un segundo más.
Quizás si no lo veía, podria vivir unos años más. Pero justo cuando me di la vuelta, vi una silueta roja en la puerta, ¿Begoña nos estaba espiando?
De repente, tuve una idea brillante y me giré rápidamente hacia Jonathan.
“Jonathan, ¿acaso estás considerando colaborar con la familia Moreno solo por Begoña? Realmente no tienes vergüenza.”
“¿Qué estás diciendo? ¿Estás loca?”
Jonathan golpeó la mesa con fuerza, mirándome furiosamente. Solo señale hacia la puerta, indicandole que Begoña también estaba alli.
*No entiendes, lo que digo? ¿Crees que no me doy cuenta de sus miraditas y coqueteos?”
Alcé la voz a propósito y luego me acerqué a él. Le guiné un ojo y le susurré, para que solo nosotros dos pudiéramos oir. ¿Por qué no la pruebas?”
Si ibamos a investigar, entonces definitivamente teníamos que investigar a la familia de mi tio.
Jonathan me miro incredulo, luego agarró mi mano y en voz baja, dijo: “¿Estás loca? ¿Quieres que use mi encanto?”
Asenti en silencio. Su apariencia definitivamente impresionaba, por lo cualquier mujer caeria rendida a sus pies
Y ni hablar de los hombres, tampoco faltaron los que lo persiguieron durante años. Jonathan apretó mi mano un poco más fuerte, y entonces la puerta se abrió.
Jonathan, no peleen por mi culpa, me sentiria culpable.
Cuando la voz llena de pena de Begoña sono, senti escalofrios
Me solté bruscamente de la mano de Jonathan, y su expresión cambió en un instante.
“¡Soy el presidente del Grupo Vargas, yo decido con quién colaboramos!”
“¡Y yo soy la directora del departamento de diseño del Grupo Vargas! ¡El proyecto del puente lo diseñe yo, la patente está en mis manos!
Habia luchado mucho para obtener esa patente, y en ese momento, mi valor se hizo evidente.
Jonathan se quedó sin palabras por un momento, y al notar un atisbo de diversión en sus ojos, rapidamente le hice una señal.
Finalmente, con seriedad, dijo “Sal, tengo que hablar con la señorita Moreno.
Antes de salir de la oficina y cerrar la puerta, miré a Begoña con desden, y luego, vi la sonrisa incómoda en el rostro de Jonathan, quien empezó a hablar con formalidad.
Capitulo 129
“Señorita Moreno, lo siento, no fue mi intención asustarla.”
Le saqué la lengua de forma burlona y cerré la puerta rápidamente.
Ese chico sí que sabía cómo actuar.