The Dark Secret of the CEO

Chapter 28



Chapter 28

Chapter 28

After leaving Charlize fast asleep in her bed, Luz leaves the room, still looking at the little girl with love.

She goes to her room, looks for a simple pajamas with a long-sleeved shirt and pants, gathers her hair in a high bun, gets in the shower and lets the hot water warm her body , in addition to looking for that relaxation what you need to sleep. When she gets out of there, she dresses quickly and goes to bed, with the nightstand light on, she looks at the ceiling for a while and then turns to hug the pillow, closing her eyes waiting for sleep to come to her.

But every time that happens, the images of that mask in the cloud of her senses attack her and she wakes with a start.

He sighs in frustration, sits up in bed, and checks the time.

– One in the morning… the night is long again.

She decides that maybe a glass of warm milk can help her fall asleep for more than just an hour, she reluctantly puts on her slippers, thinking that a therapist would give her thousands of tips for sleeping, but no one will help her if she doesn’t tell her. the source of your insomnia.

She opens the door and rushes out, colliding with a hard, warm body, which catches her before she hits the ground.

Luz only sees Gerard’s eyes, because if she looks the other way she’ll prove her theory that he’s not wearing a shirt, something her hands are pretty sure of.

“S-excuse me, I didn’t think anyone would be up at this hour.”

-I can’t sleep – Gerard tells him enjoying that intimate contact – Insomnia?

-Yes – he reluctantly releases her and she fixes her eyes on the stairs – . She was going for a glass of warm milk.

– I’m going for the same thing, I’ll go with her – but before he takes a step, Luz stops him, closing her eyes and turning towards him -.

– But first put something on, please – Gerard smiles at Luz’s reaction, but does what she asks.

Sure, give me a few seconds.

Luz goes to the stairs and feels Gerard’s presence more than she sees it, something that strongly attracts her attention, as if they were two magnets that attract each other.

-Ready – Luz sees him with a smile and immediately regrets it, because Gerard’s shirt makes it clear that he was exercising and the body that wears out under the cloth — Do you often suffer from insomnia?

“Every night,” he tells her tiredly.

-It’s not normal, you should see a doctor.

– I’d rather not, I’m sure he’s going to medicate me and I don’t want to.

-Why? So I could rest.

– Pero no creo que sea lo mejor para la princesa, ver a su niñera dopada – él se detiene frente a ella,

quedando a su altura porque Luz no ha llegado tocar el suelo del primer piso –

-En primer lugar, no estaría dopada en el día, seguro le darían unas pastillas para dormir. En segundo lugar, usted no es la niñera de mi hija, ni siquiera la tutora… es su cuidadora, su ángel de la guarda, nuestra salvadora.

– No es para tanto, señor Finnick…

– Luz, créame cuando le digo que, si no estuviese todo sudado por el ejercicio, le daría un abrazo… usted nos devolvió algo que yo perdí hace años y que no le enseñé a mi hija: esperanza.

Luz se muerde el labio inferior para controlar las ganas de saltarle encima a su jefe, abrazarlo y decirle que puede estar bañado en sudor, pero que un abrazo no se le niega a nadie. Sin embargo, se aguanta las ganas y termina de bajar las escaleras cuando Gerard se hace a un lado.

Caminan a la cocina y, en lugar de ser Luz quién ponga la leche en un cazo, lo hace Gerard. Mientras esperan a que se caliente un poco, él busca las tazas y Luz toma asiento en una banqueta.

–¿Tuvo tiempo de ver esos colegios? – le pregunta para sacar algo de conversación y así terminar con las imágenes de su jefe desnudo –

-No, creo que mañana por la mañana veré la lista.

-¿Puedo hacer una sugerencia? – él asiente y ella se lanza -. No busque uno tan estructurado, entiendo que por su trabajo y por ser una figura pública necesita a Charlize protegida, pero estoy segura que puede haber uno menos estricto, con más calidez.

-Tiene razón, estuve pensando lo mismo estos días. Vi a Charlize tan contenta siendo ella misma, que no quiero llevarla a un lugar donde la obliguen a ser algo que no es – apaga la estufa y sirve la leche -. Por cierto, mi prima ¿se comportó muy grosera con usted?

-Es su prima, usted debería saber – le responde ella sonriendo -,

– Por eso mismo, quiero que me lo diga. Soy un hombre que, aunque sepa los hechos, le gusta que se los digan.

-Algo – le responde con honestidad – La verdad es que más grosera fui yo – él expresa su sorpresa y ella se ríe -. Le dejé claro que no se meta conmigo y que si tiene alguna queja de mí, que lo hable directamente con usted.

– Perfecto, eso está muy bien. No deje que ella la intimide ni la trate mal – Gerard bebe un poco de su leche y le pregunta algo que se le quedó dando vueltas luego de la manera en que Darcy pensaba tratarla -. Lo que me pregunto es, ¿por qué una chica tan inteligente terminó aceptando este trabajo? ¿ Qué la mueve?

-Como todos los seres humanos, tengo sueños – le dice clavando la vista a la taza -. Pero como la mayoría, mis sueños cuestan dinero, uno que mis padres no tienen, así que salí yo a buscarme el camino para cumplirlos.

-Eso es admirable – vuelve a beber, sin dejar de mirarla -. ¿Cuál es el sueño más costoso?

-Estudiar derecho.

-¡Vaya, vaya! – dice él sorprendido y saltando de la emoción -. Creo que en eso la puedo ayudar y mucho.

-No se moleste, ya suficiente hace por mí con darme empleo.

-Luz, usted está haciendo más que solo cumplir con su empleo, lo mínimo que puedo hacer es

ayudarla y cuente con que lo haré, le guste o no la idea.

Luz le regala una de esas sonrisas que a él le encantan y terminan de beberse la leche mientras él le va explicando por dónde empezar.

– Mañana, antes de irme a trabajar, le daré un recorrido por la biblioteca, para que sepa qué libros puede comenzar a leer. En cuanto sienta algo de confianza, le haré un examen. 1

-Como usted diga, maestro – le dice ella feliz -.

-I want to help her to meet all those goals, because she deserves it – he takes her hands -. You are the most genuine person I have ever met.

-You’re exaggerating – Luz tells him, trying to lower her heart rate –

-Luz – she says with intensity -, you have become the most important person in my life, after my daughter of course.

Luz doesn’t know whether to laugh or cry, but what she does know is that her heart has just rebuilt itself a little more. She stares at Gerard who smiles at her and for the first time those honey-colored eyes of hers don’t cause her that fear that she attacked her every time she saw him.


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