Chapter Capítulo 180
Capitulo 180
Capítulo 180
En la sede del Grupo Dazz, en el piso más alto.
Había pasado toda la mañana y el presidente aún no llegaba a la oficina, no sabían cómo le había ido a la señorita Nerea convenciéndolo, ni şi su salud había mejorado…
Javier, ansioso, miraba su reloj constantemente. Justo cuando estaba a punto de llamar a Nerea, el ‘ding’ del elevador sonó.
Al girarse y ver al hombre de aspecto distinguido y aura radiante salir del elevador, sus ojos brillaron de emoción. -Presidente, ya llegó ¿Se siente mejor?
-Uh-huh.
Hacia tiempo que no veíamos al presidente tan lleno de vida y energia. ¡La señorita Nerea realmente era su remedio milagroso!
-Entonces, ¿qué hay sobre el viaje a Sudáfrica de hoy?
-Se cancela.
¡Qué alivio!
Javier celebró internamente. ¡Viva la señorita Nerea!
-Presidente, por si acaso, debería tomarse la temperatura.
Con cuidado, le pasó el termómetro, que el hombre, quien normalmente ni siquiera lo miraría, hoy aceptó sin dudar.
de
Diez minutos después, al ver los 36.6°C claramente marcados en el termómetro, Javier casi grita d alegría.
-¡La fiebre se fue!
La fiebre que lo había mantenido mal durante días, milagrosamente había desaparecido de un dia
otro.
Sabia que, con la fortaleza fisica del presidente, incluso sin medicación ni descanso, su condición n debería haber durado tanto. ¡Tenia que ser una enfermedad del corazón!
La medicina del corazón que fue Nerea, hizo efecto de inmediato.
-¡Presidente Roman, su enfermedad se ha ido!
Mostró el termómetro al hombre con una sonrisa, pero notó cómo Roman fijaba su vista en los números, su mirada oscureciéndose un poco.
Si se curaba, ¿ella ya no vendria?
Javier estaba confundido, ¿por qué parecia que el presidente no estaba muy feliz de estar curado?
Roman levantó la vista, mirando lentamente hacia el baño privado.
Javier, curioso, siguió su mirada y después de unos segundos, como si entendiera, lo mi
sorprendido.
¿El presidente estaría pensando en tomar una ducha fría para volver a enfermarse?
¡Eso no podía ser! Ni siquiera un cuerpo divino debería ser maltratado así.
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…Presidente, si lo que quiere es hacer creer a los demás que tiene fiebre, solo necesita aumentar la cifra en el termómetro. Y para subir esa cifra, no necesita enfermarse de verdad; hay otras maneras.
Roman lo miró, y Javier, buscando algo en su celular, se lo pasó.
La tienda de joyería de lujo Emperor Disease.
-¡Bienvenida!
Al entrar Nerea a la tienda, un grupo de vendedores la rodeó con entusiasmo. El gerente, con ojo clínico, dispersó a los vendedores para atenderla personalmente.
-¿Qué le gustaría ver, señorita?
-Algunos accesorios para hombres.
-Perfecto, en Emperor Disease acabamos de recibir una nueva colección enfocada en la calidad de los hombres de negocios, creada por famosos diseñadores de joyas italianos. Cada pieza es única y está finamente elaborada, seguramente encontrará algo que le satisfaga.
Con un gesto, el gerente hizo que trajeran varias cajas con joyas de colección para hombres, incluyendo cadenas, anillos, pendientes, broches, clips de corbata, gemelos…
Las cadenas y pendientes eran demasiado llamativos para el estilo sobrio de Roman.
Los anillos tenían un significado muy especial, así que los descartó de inmediato.
Los broches eran interesantes, pero solo se podían combinar con ciertos atuendos, y alguien del estatus de Roman, que no repite ropa, no les sacaría mucho provecho.
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