Chapter Capítulo 237
Capítulo237 Pedro se notaba preocupado al hablar con Bella, pero ella encontró todo esto muy irónico y prefirió mantener los labios apretados sin decir nada.
-¿Qué pasó? Tiene piedras o trozos de cristal incrustados en la carne. -el médico intervino.
Pedro pensó en algo. -¿Acaso fue por el granulo ignifugo del bote de basura? Bella seguía sin pronunciar palabra, y el médico la regañó.
-Jovencita, sabías que estabas herida, ¿cómo pudiste ser tan descuidada? Justo cuando la herida estaba cicatrizando, volvió a sangrar y tendrás que pasar por el dolor de nuevo.
-Es que yo no sabía que mi esposa se había lastimado, usé demasiada fuerza. -Pedro aceptó la responsabilidad.
El médico, empujando sus gafas hacia abajo, miró a Pedro. -¿Eres su esposo? ¿Ni siquiera sabías que tu esposa estaba herida? En ese momento, el todopoderoso y arrogante jefe Romero se sintió avergonzado ante las palabras del médico. Carraspeó por vergüenza y dijo: -En ese momento la situación era bastante apremiante. -Entonces, ¿estabas allí y ni siquiera sabías cómo se había lastimado tu esposa? El médico se sorprendió aún más. -¿Hay algo más importante que la esposa? Pedro no supo qué decir.
Bella, por su parte, se sintió satisfecha.
Antes, sin duda habría ayudado a Pedro y lo habría defendido.
¿Ahora? ¡Bien merecido estaba que se sintió incómodo! -Señorita, ¿acaso ustedes se casaron por obligación de los mayores, sin tener sentimientos el uno por el otro? - preguntó el médico a Bella con lástima.
Bella sonrió levemente. -Algo así.
Si bien no fue un matrimoconcertado, era cierto que Pedro se casó con ella para complacer a su abuela.
Y era verdad que él no tenía sentimientos por ella.
-¿Viniste a atender la herida o a chismorrear? -Pedro frunció el ceño y le preguntó al médico ¿Cuánto tiempo más vas a tardar? El médico volvió a mirar a Pedro, observando su porte gallardo e imponente, y le susurró a Bella: Señorita, para casarse no debes buscar solo la apariencia, sino a alguien que te cuide de verdad.
Aunque lo dijo en voz baja, Pedro, que no era sordo, lo escuchó.
Había oscurecido su rostro apuesto, diciendo con frialdad: Si en cinco minutos no has terminado de curar la herida, ¿crees que podrás conservar tu licencia médica? Médico se quedó sin palabras.
+15 BONUS Este tipo de hombre se veía que no era alguien con quien él pudiera meterse, así que el médico detuvo su cotilleo y rápidamente comenzó a aplicar medicina a Bella.
Cinco minutos después, el médico había vuelto a vendar la herida de Bella.
Agradeciendo al médico, Bella salió de la oficina.
Pedro la siguió en silencio.
Una vez en el coche, el asiento del copiloto ya no tenía a Miguel.
-El asistente Martin dijo que había un documento urgente que atender en la empresa se fue primero. -informó el conductor. así que Bella le dijo a Pedro: -También puedes regresar a la empresa, yo le transmitiré al abuelo que trajiste algo para él.
Pedro le echó una mirada de reojo y sin decir nada, le indicó al conductor que arrancara.
Bella tampoco se molestó en insistir más, tomó los pastelesempos por comenzó a comertos mientras miraba por la ventana, Fiona y -¿No dijiste que no quería comer?-preguntó Pedro.
Bella respondió: -Ahora sí tengo.
Pedro adivinó que antes no había comido para que él no viera su mano herida.
Recordando el consejo de Manuel, Pedro decidió explicar: -Anoche no sabía que te habías herido, estaba apurado por ir a ver a Anna, así que planeaba llevarlo primero y luego... Today's Bonus Offer X