Resistiendo al amor de Mi Ex-Marido

Chapter 368



Capitulo 368 Carlos, desprevenido, recibi6 el pufietazo de Pedro, que se sumo a la herida que ya tenia en la frente, dejandolo en clara desventaja.

Tras unos cuantos golpes mds, Pedro estir sus piernas y asest6 una violenta patada a Carlos, que perdié el equilibrio y cayé sentado al suelo.

Un hilo de sangre le brotaba del labio.

Cuando Pedro se preparaba para golpearlo de nuevo, Bella reacciond por fin e intervino. —;j Basta! Grito, colocandose delante de Carlos. —jPedro, _¢te has vuelto loco?! ; Por qué lo estas golpeando sin motivo? Pedro, al ver a Bella interponiéndose para proteger a Carlos, endurecié ain mas su semblante.

(Como era posible que ahora lo defendiera a Carlos? I

Cuando hacia unas semanas Bella se habia arriesgado por protegerlo a él.

También se sentia culpable por ella, creyendo que Bella le preocupaba.

Bella le habia dicho entonces que lo habria hecho por cualquiera con quien tuviera buena relacion.

Pero Pedro adn albergaba dudas.

Ahora la veia alli, protegiéndolo y cuestionandolo por haber atacado a Carlos.

Un nudo se le formé en el pecho, dificultandole incluso la respiracion.

-—Bella, si quieres divorciarte para casarte con él, te aconsejo que dejes de sofar. jJamas lo permitiré! Espeto, lanzando con fuerza algo que sujetaba en la mano y saliendo furioso de la habitacion.

Bella no se preocupé por Pedro y, en cambio, ayudo a Carlos a levantarse del suelo. —;Estas bien?

Carlos, acariciandose el rostro dolorido y limpiandose la sangre del labio, respondi6 con sarcasmo: —¢ Que si estoy bien? ;Acaso parezco estar bien? jLas heridas que tengo las han causado ustedes dos! Bella no se esperaba que Pedro irrumpiera de esa manera lo atacara.

Normalmente no era una persona tan impulsiva y colérica.

Sin duda, la infidelidad tenia un poder devastador.

Que podia afectar incluso al hombre mas ecuanime.

“—Déjame acompaniarte al médico.

Ofrecio Bella, dispuesta a ayudar a Carlos.

Pero este, con frialdad, rechazé su gesto: —No soy tan débil, puedo ir yo solo.

Bella no supo qué decir.

En el consultorio del médico, este atendid las heridas de Carlos.

Cuando el doctor sali6 a lavarse las manos, Carlos tom¢ su teléfono y, al ver su rostro amoratado, solt6 una risa irénica.

—Bella, he cambiado de opinién.

Definitivamente tendré que conseguirte un abogado del divorcio.

En los ojos rasgados de Carlos brillaba un destello de diversion. —Pedro esta tan furioso, y seguro que no quiere divorciarse. Pues yo me encargaré de ayudarte! El giro de la situacion pill6 desprevenida a Bella.

(Carlos habia cambiado de parecer tras esa pelea con Pedro? Por un momento, ni siquiera supo si debia agradecer la intervencion de Pedro.

—Entonces le estaré muy agradecida. — respondid.

Cuando Carlos se fue, Bella volvié a la habitacion.

Alli se encontré con una enfermera, que le pregunté: —Sefiorita Fernandez, ;es suyo este inhalador que estaba en el suelo? ~ Bella reconoci6 el objeto que Pedro habia tirado antes de salir furioso.

¢Acaso habia venido a traerle ese medicamento?


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