Chapter Capítulo 395
Capitulo 395
-No tienes por qué estar satisfecha con todo, tampoco tienes que perdonar todo.-
Miró hacia la carretera, pronunciaba cada palabra con claridad.
-Mira hacia adelante, Evrie, siempre estaré contigo.-
Evrie levantó la mirada y apretó su mano.
Cálida, firme y fuerte.
Como si se aferrara a un fuerte y confiable salvavidas.
Evrie frunció los labios y se secó las lágrimas.
-Sí, hay que mirar hacia adelante.-
Habrá mucho por delante.
Por la noche, en el barrio El Magnético.
Evrie había llorado por la mañana y sus ojos aún estaban hinchados y rojos, y no se habían calmado por completo ni siquiera al anochecer.
Farel preparó la cena personalmente y le sirvió la comida antes de ir a dormir.
Apenas se acostó, él la abrazó en sus brazos.
-¿Todavía estás triste?–
Evrie negó con la cabeza, su voz aún sonaba un poco deprimida–No, me siento mucho mejor ahora que estoy de
vuelta en Alnorter.-
-¿Qué tal si lo hacemos una vez?-Farel dijo algo inesperado.
Evrie se quedó rígida por un momento, sus ojos hinchados se abrieron de par en par, mirándolo con dificultad para
hablar.
¿Ella estaba tan deprimida y él aún estaba pensando en esa clase de cosas?
Farel apoyó su frente contra la de ella, con un tono tranquilizador–Como siempre digo, es lo mejor para distraerse
cuando estás triste.-
¿Cómo iba a distraerse haciendo eso?
-Es bastante útil, ¿quieres intentarlo?-preguntó.
Las pestañas de Evrie temblaron.
Antes de que pudiera decir algo, Farel selló sus labios.
Las prendas de dormir se esparcieron por la cabecera de la cama.
En la oscuridad, ella abrazó a Farel con fuerza, escuchando el latido de su corazón firme y seguro.
En ese momento, su corazón no se sentía tan vacío.
Era tarde en la noche.
Cuando Evrie se quedó dormida.
Farel se levantó de la cama y con el celular en la mano, salió al balcón y marcó un número que conocía de memoria.
Después de dos tonos, contestaron al otro lado.
Era la voz de Pablo–¿Hola?–
-Voy a casarme con Evrie.–Farel fue directo al grano,-Eres su padre y desde cualquier punto de vista, tengo que decírtelo.-
-De ahora en adelante, Evrie será parte de mi familia.-
-Poniéndome en los zapatos de su esposo, espero que se comporten y no la hagan sufrir más. Si ella está triste, yo estaré molesto, y si yo no estoy contento, entonces nadie tendrá días felices.-