Mi Amante

Capitulo 101

Capítulo 101

Ella había gastado tanto dinero y esfuerzo en su vestido y maquillaje. ¿Estaban todos ciegos? ¿Qué tenía de especial ese vestido anticuado de Adda? Pero Risa sabía en su corazón que Adda era hermosa, tan hermosa que le daba el impulso de arrojarle ácido en la cara.

De repente, Risa lamentó haber organizado la fiesta de cumpleaños junto a Adda. Pero rápidamente ajustó su estado de ánimo. “Adda, disfruta tu momento de triunfo. Porque esta noche, caerás en desgracia.”

Cuando las tres bajaron, las luces del salón se encendieron de golpe. Los invitados se acercaron, felicitando a las señoritas por su feliz cumpleaños. Risa había invitado a muchos amigos. Todos se agrupaban a su alrededor, llenándola de halagos, Pronto, Adda fue empujada fuera del círculo central. Por otro lado, Leticia y Pascual también estaban atendiendo a los invitados importantes. Adda, por su parte, se sentía feliz así apartada. Se dirigió al área de refrigerios. Tomó una copal de champán de la torre de champán y dio un sorbo ligero. Luego, agarró un trozo de pastel y encontró un sofá para descansar y disfrutar su pastel tranquilamente.

Aunque Risa estaba rodeada de gente, su mirada todavía se dirigía ocasionalmente hacia Adda. Al principio, al verla marginada y sola, se sintió contenta. Pero pronto, vio cómo de vez en cuando alguien se acercaba a Adda para charlar o invitarla a bailar en la pista. Y los que se acercaban a Adda eran todos jóvenes y guapos. Aunque Adda los rechazaba, seguía llegando un flujo constante de hombres. Risa se sintió furiosa. No entendía por qué no tenía la atención de todos, en términos de estatus, ella era la verdadera señorita de la Familia Atenas. En cuanto a la vestimenta, ¿acaso su atuendo de alta costura, de pies a cabeza, valía menos que Adda sin maquillaje?

Risa ideó un plan. De repente, gritó en dirección a Adda: “Hermana.” Adda también la escuchó. Miró hacia donde estaba Risa. Risa le sonrió a Adda con una sonrisa radiante. Con una cara inocente, le gritó: “Hermana, tráeme una copa de champán.” Adda dejó su pastelito. Tomó una copa de champán de la torre cercana y se dirigió hacia ella. Antes de que comenzara el banquete, Leticia le había instruido especialmente que hoy debían mostrar un profundo vínculo de hermanas. Si Risa iba a actuar, ella también cooperaría. Cuando Adda se acercó con el champán, escuchó a Risa ridiculizándola descaradamente frente a un grupo. Una chica con un vestido de cola de pez se cubría la boca y se reía. “Risa, ese vestido que lleva, ¿no parece el que encontraste en oferta en la tienda libre de impuestos la última vez?”

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Risa miró a Adda con desdén: “Sí, ese tipo de ropa, para mí, es como la mercancía de un puesto callejero, así que simplemente se la di a ella.” “Ella tiene el descaro de usar cualquier trapo para asistir a un evento tan importante, ¿acaso no le da vergüenza? Después de todo, fue la Srta. Atenas, ¿cómo no tiene ni un vestido decente?” “¿Qué Srta. Atenas es ella? Mis padres ya no la reconocen, es ella quien se aferra a nuestra casa y no se va, ahora en nuestra casa ni siquiera era como una empleada doméstica.”

La mirada de todos hacia Adda también estaba llena de desprecio. “Ella simplemente no puede dejar atrás la riqueza y el prestigio de la Familia Atenas, qué sihvergüenza.” Risa miró a Adda con desafío en sus ojos. “No importa, al final es como tener un perro mascota, mira qué obediente es, hace lo que le pido.” El grupo alrededor de Risa estalló en carcajadas. No hablaban en voz baja, como si quisieran que Adda escuchara a propósito.

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Pero la expresión de Adda no cambió en lo absoluto. Sosteniendo su copa de champán, se acercó a Risa.

Risa sabia que en un evento como este, Adda no se atrevería a hacerle pasar un mal rato. De lo contrario, Leticia no la dejaria en paz. Así que, sin temor alguno, empezó a humillar a Adda: “Hermana, mis zapatos están sucios, ¿podrías limpiarlos?”. Extendió un pie hacia Adda y trató de tomar la copa de champán de sus manos. Planeaba disfrutar de su champán mientras veía a Adda limpiar sus zapatos. Incluso insinuó a los presentes que grabaran el momento con sus celulares.

Adda no le dijo nada, aparentemente sumisa, pasó la copa. Pero justo cuando Risa estaba a punto de tocarla, Adda, sosteniendo la copa con ambas manos, derramó el champán de la copa en el suelo. El champán se esparció en linea recta sobre el piso, siendo rápidamente absorbido por la alfombra. Y justo cuando Risa habia extendido un pie, la mitad de la copa terminó derramándose sobre el pie de Risa. Risa casi gritó. Sus zapatos de ese día eran de cristal, hechos a medida en Milán. Estaba decorado con miles de pequeños cristales cosidos a mano, con dos meses de trabajo y valorados en millones. Ahora, Adda los había arruinado.

“¿Qué estás haciendo, Adda?“. Risa estaba furiosa, no podía creer que Adda se atreviera a humillarla delante de todos.

Adda dejó su copa en la bandeja de un mesero cercano, con una gracia natural, como si simplemente estuviera brindando y disfrutando del momento. Adda se pasó la mano por su ondulado cabello, con una pereza y casualidad como si acabara de despertar de una siesta. Su voz llevaba un aire de distanciamiento y despreocupación: “Te estaba invitando a beber, no lo desperdicies.” Dicho esto, Adda se dio la vuelta para irse.

La gente a su alrededor estaba confundida, Fue entonces cuando alguien al lado de Risa sugirió: “Risa, ¿acaso ella te está maldiciendo para que te mueras?“.

La gente empezó a darse cuenta. El gesto de Adda de sostener la copa y derramar el líquido en el suelo, ¿no era acaso el gesto típico de rendir tributo a los muertos. durante el Día de los Muertos? “Risa, ¿ella te está deseando la muerte?“. La multitud estaba visiblemente conmocionada. Nadie esperaba que Adda, siendo vista como una parásita, se atreviera a desafiar a Risa, la verdadera heredera de la familia Atenas, de esa manera. El rostro de Risa se palideció de rabia. No solo su preciado calzado fue arruinado por Adda, sino que tamen fue humillada públicamente de esa manera.

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“Adda, ¡detente!” Risa rápidamente alcanzó a Adda, bloqueándole el paso. “¿Cómo te atreves, Adda? ¿No sabes cuál es tu lugar? Si no fuera porque le rogué a mamá, ni siquiera estarías aquí celebrando mi cumpleaños conmigo. ¡No solo eres unal ingrata, sino que además te atreves a tratarme así!“. Los amigos de Risa también se unieron, “Claro, Risa, ella arruinó tus zapatos tan caros, debería limpiarlos con su lengua.” “Te maldice en tu propio cumpleaños, debería arrodillarse y pedir disculpas.” “Risa, ella se atrevió a golpear tu dignidad, debes castigarla como se debe.” La gente a su alrededor también miraba.

Ante la presión, la sonrisa en el rostro de Adda no disminuyó. Habló con calma: “Risa, te aconsejo que no te pases, puedo hacerte pasar aún más vergüenza, ¿quieres probar mi paciencia?“.

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Aunque Adda sonreía, su aura era indudablemente fría. Miraba a su alrededor con desdén, como si estuviera observando a un grupo de tontos, lo cual casi provocaba la furia de todos.

La gente empezó a instigar a Risa para que pusiera en su lugar a Adda, pero Risa no hacía ningún movimiento. Ella era muy consciente del poder de Adda. Desde niña, Adda había practicado taekwondo, y se decía que era cinturón negro. Aunque Risa nunca había presenciado directamente el verdadero poder de Adda, podía intuir por sus previos enfrentamientos que no sería capaz de ganarle. De hecho, dudaba que todos ellos juntos pudieran vencerla. Risa no era ninguna tonta. No iba a estropear su cuidadosamente planificada fiesta de cumpleaños por una pelea.

Al revisar el tiempo, Risa notó que ya era hora. Y como si lo hubiera llamado, divisó una figura esbelta no muy lejos de ahí. Una sombra de malicia cruzó los ojos de Risa mientras de repente le sonreía a Adda: “Hermana, si se me arruinó el zapato, no importa. De todas formas, tengo montones de zapatos de diseñador que valen millones, ¿cómo podría realmente tener un problema contigo por eso?”

La gente alrededor no entendía por qué Risa había cambiado de actitud de repente. Entonces, Risa levantó la mano, saludando a una figura de blanco a lo lejos: “Brisa, estoy aquí“. Al escuchar el nombre de Brisa, Adda frunció el ceño

involuntariamente. Risa se sentía extremadamente complacida por dentro. Había logrado su objetivo. Solo un tonto confrontaría a Adda directamente. Para herir a alguien, debes apuntar al corazón, y Brisa era sin duda el arma más afilada contra Adda.

Por otro lado, Brisa ya se había acercado. Risa pasó junto a Adda y en unos pocos pasos, se encontraba al lado de Brisa, tomándola del brazo con cariño mientras se acercaban. “Permítanme presentarles a todos, esta es mi querida amiga Brisa, quien acaba de regresar del extranjero después de estudiar allá“, les dijo Risa, llevando a Brisa frente a todos. Aquellos que no sabían mejor realmente creían que Brisa y Risa eran íntimas amigas, ofreciendo sus saludos y cumplidos.

En realidad, Brisa y Risa casi no tenían contacto. Esta vez, Brisa solo había recibido la invitación de cumpleaños de Risa de manera inesperada. Después de un breve intercambio, Brisa y Risa rápidamente llegaron a un entendimiento. Ambas compartían el mismo objetivo: querían ver a Adda caer en desgracia y quedarse sola. El odio que sentían por Adda las hacía amigas.

Además, Brisa tenía otro objetivo en mente necesitaba asegurarse de que Adda se

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divorciara de Felipe. Por lo tanto, estaba más que feliz de colaborar con Risa. Brisa saludaba amablemente a todos, y cuando llegó el turno de Adda, añadió

específicamente: “Adda, feliz cumpleaños“. Algunos percibieron un aire de tensión. Se apresuraron a preguntarle: “¿Señorita Brisa conoce a la Señorita… a Adda Atenas?” Risa les respondió con una sonrisa: “Más que conocer, tienen unal relación muy cercana“.

Viendo el rostro de Adda tornarse frío como el hielo, Risa no pudo evitar sentirse tremendamente satisfecha. Definitivamente, solo Brisa podía herir profundamente a Adda.

Esta noche el espectáculo apenas comienza, pensaba Risa mientras acariciaba el vientre de Brisa: “Brisa, ¿cómo es que viniste sola estando embarazada? ¿Dónde está tu novio?”

Luego, dirigiéndose a todos, Risa anunció: “El novio de Brisa es el heredero de los Espinoza, Felipe“. Todos miraron a Brisa con una mezcla de envidia y adulación. Los Espinoza eran conocidos por ser una de las familias poseedoras de las empresas más grandes de Altópolis, especialmente por su JE Infraestructura, reconocida a nivel nacional.

“Entonces, es la Señora de los Espinoza, Señorita Brisa. Mi abuelo tiene negocios con los Espinoza, esperamos contar con el apoyo del Señor Felipe en el futuro“.

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“Brisa claramente es una persona bendecida, de verdad que la envidio.”

La gente comenzó a felicitarla.

Brisa, con una humildad fingida, aceptaba los cumplidos. Sin embargo, de reojo, miraba ocasionalmente hacia Adda.

“Por cierto, ¿cuántos meses tiene el bebé?”

“Casi tres meses.

Risa, con intención, le dijo: “Tres meses todavía no son estables, Brisa, debes tener mucho cuidado con tu salud, después de todo, muchos desean el lugar que ocupas como esposa de Felipe.”

Dicho esto, lanzó una mirada significativa hacia Adda. Finalmente, la gente empezó a percibir cierta tensión.

Las familias Atenas y Espinoza eran de las más prominentes en Altópolis, y habian mantenido una buena relación por generaciones. Había un rumor sobre que las familias Atenas y Espinoza habían acordado un matrimonio concertado,

Pero, claro, la familia Espinoza de ahora definitivamente no aceptaría a una falsa heredera. Adda, quien había sido tratada como la hija de la familia Atenas durante veinte años, seguramente conocía bien a Felipe, quizás incluso guardaba sentimientos por él.

Y ahí estaba la Señorita Brisa, la novia actual de Felipe. Esto definitivamente era una trama interesante. No era de extrañar que la cara de Adda cambiara cuando apareció la Señorita Brisa.”

La gente comenzó a halagar a Brisa aún más, solo para incomodar a Adda. Pero a Adda no le interesaba participar en ese teatro. Se giró para irse.

Fue entonces cuando se escuchó la voz clara de Brisa: “Mi novio acaba de llegar.”

Todos miraron hacia la entrada del vestido formalmente, avanzando hacia ellos. Así que ese era Felipe. De verdad que parecía un príncipe entre la gente, extremadamente guapo. Una lástima que ya tenía dueña, dejando a los demás solo con espacio para la envidia.

Salón Vieron a un hombre de buen aspecto,

Cuando Felipe llegó a la entrada, sintió que algo estaba mal. No sabía que ese era el cumpleaños de Risa. Aunque las familias Atenas y Espinoza siempre habían sido cercanas, Jacobo y Sarabe siempre habían preferido a Adda, así que en años

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anteriores, incluso si Risa invitaba a la celebración de su cumpleaños, ellos no asistirían. En cambio, celebrarían el cumpleaños de Adda en casa.

Este año, sin embargo, Adda había dejado la familia Espinoza, y aunque Sarabe quería celebrar su cumpleaños, Adda dijo que ya tenía otros planes ese día, así que Sarabe no insistió. Felipe también supo de esto por Sarabe después de cenar. No le había prestado mucha atención.

Pero no esperaba encontrarse con Brisa, Risa y Adda en esta fiesta. Brisa acababa de llamarle, pidiéndole que la acompañara a la fiesta de cumpleaños de una amiga. No pensó mucho al respecto y simplemente fue. No se esperaba que esa amiga fuera Risa.

Cuando Felipe se acercó a todos, Risa intencionalmente empujó a Brisa hacia él: “Felipe, Brisa estaba hablando de ti justo ahora, y mira, hablando del rey de Roma…

La cara de Felipe también se tensó. Frunció el ceño y le echó un vistazo a Brisa. Brisa se sintió algo insegura. Porque esta vez le había mentido, no le había dicho que era la fiesta de Risa y Adda. No sabía si él se molestaría.

En el pasado, Felipe no se habría molestado, incluso delante de todos, afirmaría con firmeza que ella era su novia. A diferencia de Adda, cuya relación parecía esconderse en las sombras, ella se sentía como si estuviera brillantemente expuesta a la luz del sol. Como aquella vez en el campo de golf La Imperial, donde había anunciado frente a todos que ella era su esposa.

Pero hoy, Felipe parecía no estar de buen humor. Tenía un aire de desaprobación y una mirada fría. Y después de mirar alrededor, su mirada finalmente se posó en Adda.

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Brisa agarró del brazo a Felipe con cuidado, llamándolo con timidez: “Feli…“. La mirada de Felipe finalmente se apartó de Adda. Bajó la vista hacia Brisa, su voz sonaba claramente descontenta: “¿Desde cuándo tú y Risa son amigas?“.

Brisa sabía que a Felipe no le gustaba Adda, pero le gustaba aún menos Risa. Simplemente no le agradaba. Brisa se apresuró a explicarle: “Feli, en realidad vine hoy porque hay algo muy importante“. Dicho esto, Brisa miró hacia Risa.

Risa le dijo: “Exacto, Feli, hoy es un gran día, Brisa y yo nos llevamos de maravilla desde el momento en que nos conocimos, sentimos un vínculo especial, por eso planeo pedirle a mi mamá que tome a Brisa como su ahijada“.

De hecho, Risa había mencionado esto a Leticia la noche anterior. Pero Risa solo mencionó que tenía una amiga con una historia desafortunada y quería que su madre la aceptara como su hija. Sin embargo, no le dijo a Leticia que esa personal era Brisa. Después de mucha persuasión, Leticia finalmente accedió.

Al escuchar esta noticia, Adda finalmente oscureció su expresión por completo. Risa realmente sabía cómo molestarla. Pero los actos de Brisa en el pasado eran bien conocidos por ambas familias. Recordaba que la Familia Atenas despreciaba profundamente la traición y la deslealtad de Brisa.

Adda sabía que, aunque Leticia tenía reservas hacia ella debido a antiguas. rencillas, no era una mujer que no distinguiera entre lo correcto y lo incorrecto.

Por el contrario, Leticia había amado y educado a Adda desde pequeña con gran cuidado, atendiendo personalmente cada aspecto de su vida, sin dejar nada en manos de las niñeras. Adda creció muy feliz y tenía un profundo afecto por Leticia. Esa era también la razón por la cual Adda no pudo aceptar la realidad en aquel entonces. La Leticia de ahora era completamente diferente a la de antes. Aún era amable y comprensiva con los demás, excepto con Adda, a quien tratabal con dureza y la criticaba constantemente.

Pero en el fondo, Adda todavía guardaba la esperanza de que la mujer que la había criado durante veinte años todavía fuera su madre. Que la odiara y la despreciaral tanto, era porque la había amado demasiado profundamente. En su corazón, definitivamente todavía la amaba. Si todavía tuviera un poco de afecto por ella, aunque fuera muy pequeño, nunca aceptaria a Brisa como su ahijada.

Felipe también estaba sorprendido. Debido a la intervención de Brisa, los padres y el abuelo de Felipe veían a Brisa como una persona indeseable. Aunque Brisa llevaba un hijo de Felipe, preferian renunciar a su propio descendiente antes que

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reconocer a Brisa.

¿Leticia cómo podría aceptar a Brisa como ahijada?

Después de todo, Adda había sido su hija durante veinte años. No podían ser tan indiferentes a sus sentimientos. Si eso fuera cierto, sería demasiado cruel para Adda. Felipe no pudo evitar fijar su mirada en Adda. De repente, se dio cuenta de que realmente estaba preocupado por ella. Incluso… le dolía…

En realidad, desde la perspectiva de Brisa, esto definitivamente era algo bueno. En ese momento, Risa de repente subió al escenario del salón de banquetes. Tomó el micrófono del animador. “Por favor, un momento de silencio, soy Risa, y estoy muy agradecida de que todos hayan venido a mi fiesta hoy. Aprovechando esta oportunidad, tengo algo muy importante que anunciar…“. El salón de banquetes, con más de cien personas, de repente se quedó en silencio. Todos comenzaron a acercarse hacia el escenario. Ahora quien hablaba en el escenario era Risa, la verdadera hija de la Familia Atenas. Risa de repente llevó a una joven vestida con un largo vestido blanco al centro del escenario.

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Entonces, Risa comenzó a hablar: “Esta es mi querida amiga Brisa, con ella tengo un vínculo especial. En este gran día de alegría, nuestra familia la acogerá como hija adoptiva. A partir de hoy, Brisa también es parte de la Familia Atenas. Espero que todos la cuiden mucho.”

En los rostros de todos apareció un gesto de confusión.

Muchos murmuraban entre ellos.

“¿Quién es esta Señorita Brisa? Parece muy desconocida.”

“¿Por qué de repente quieren adoptar otra hija? Esta Señora Atenas tiene realmente un corazón de oro, adoptó a la hija de su enemiga como su propia hija, y ahora trae otra hija adoptiva.”

“Adoptar una hija también es motivo de celebración, pero mirando las caràs de la Señora y el Señor Atenas, parecen más sorprendidos que nosotros, como si no supieran de esto con antelación.”

En ese momento, Leticia y Pascual estaban en el escenario.

Leticia estaba al tanto.

La noche anterior, Risa insistió en que quería que adoptaran una hija, pero se negó a decir quién era, solo mencionó que era una amiga.

Leticia nunca imaginó que esa persona serja Brisa.

¿Cómo podría no conocer el nombre de Brisa?

Tres años atrás, Adda intentó suicidarse por ella.

Adda y Felipe eran amigos de la infancia y compañeros desde la universidad, pero Brisa de repente le robó todo.

Felipe estaba completamente hechizado por ella, como si estuviera embrujado.

Aunque después fue obligado a casarse con Adda, terminó huyendo al extranjero con Brisa.

De hecho, Leticia ya lo sabia.

Felipe y Adda nunca se habían casado oficialmente, así que no podía considerarse un matrimonio real.

A ella no le gustaba Brisa, ni respetaba sus tácticas sucias.

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Pascual estaba aún más enfadado y se acercó a Risa.

Le reprochó con dureza: “Risa, ¿qué estás haciendo?”

Pero Risa le respondió: “Papá, mamá ya lo aceptó.”

Risa sabía que sería difícil conseguir la aprobación de Pascual, por eso decidió actuar primero y explicarle después.

Por suerte, sabía que Leticia no la culparía, aunque estuviera un poco molesta, sabía que al final Leticia cedería.

Porque Leticia se sentía culpable hacia ella.

Aunque Pascual se mostraba como el jefe de la familia, en realidad, siempre seguía las decisiones de Leticia.

a va había tomado la mano de Leticia.

Le suplicó en voz baja: “Mamá, todo el mundo está mirando, por favor, acepta. Además, es solo una hija adoptiva en nombre, no vas a perder nada. Mamá, es mi deseo de cumpleaños, si cumples mi deseo, te prometo que te obedeceré en todo.

Viendo a Risa suplicarle, Leticia se sintió amargada.

Leticia era una mujer inteligente, sabía por qué Risa quería que adoptaran a Brisa como hija.

¿No era para hacer sufrir a Adda?

A pesar de haber intentado compensar a Risa durante estos tres años, en su corazón, Risa todavía veía a Adda como la intrusa que le robó todo.

No era la primera vez que algo así sucedía.

La boda de Adda y Felipe, que no pudieron asistir debido a un escándalo de Risa, fue otro ejemplo.

En presencia de Risa, tenía que tratar mal a Adda, solo así podría compensar de alguna manera todos los agravios de estos años.

En realidad, respecto a Adda, ¿cómo podría ella no sentirse mal?

La había criado cuidadosamente durante veinte años, sólo para que se convirtiera en una herramienta de venganza de Begoña.

Ella odiaba a Begoña, y también desplazó su odio hacia Adda.

Pero, una vez calmada, sabía claramente que Adda era la más inocente de todos.

Cuando Adda intentó suicidarse cortando las venas…

Como madre, su corazón se rompió en mil pedazos.

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Durante el tiempo que Adda estuvo hospitalizada, los médicos dijeron que no podía sufrir ninguna emoción fuerte. Por ello, Leticia no se atrevió a aparecer frente a Adda, temiendo que pudiera volver a desesperarse. Sin embargo, cada noche, cuando Adda dormía, se escabullía en el hospital de forma sigilosa.

Veinte años de afecto, dejaron una rosa cuidadosamente cultivada. ¿Cómo iba a cortarla así sin más? Pero frente a Risa, Leticia no se atrevía a mostrar ni el más mínimo sentimiento. Después de todo, Risa era su propia hija, quien había crecido bajo el maltrato de Begoña y Carlos. Se sentía tan culpable, tan herida por dentro. Aunque sabía que Risa tenía un temperamento difícil y carecía de la educación de una dama, sabía que no era culpa suya. Fue ella quien no pudo protegerla, quien dejó que la cambiaran al nacer. Su pequeña princesa debería haber crecido feliz y segura, convirtiéndose en una mujer distinguida y talentosa como Adda. Pero, en cambio, sufrió mucho desde pequeña. Solo de pensarlo, sentía cómo le sangraba el corazón.

Nunca esperó que Risa y Adda pudieran llevarse bien como hermanas. Porque sabía que no era posible. Con ella y Begoña había sido igual. Era como una maldición, la tragedia de su vida se repetía en la siguiente generación. Solo esperaba que eventualmente las dos pudieran dejar de verse, aunque significara no tener ningún trato. Por eso, se esforzó por complacer todos los deseos de Risa, con la esperanza de que, después de saciar su sed de venganza, dejaría en paz a Adda. Como ella misma se había vengado de Begoña en el pasado y luego lo dejó atrás, sabía que solo liberándose de todo resentimiento interno podía avanzar.

Había complacido a Risa durante tres años. Esta sería la última vez. Así se lo dijo a sí misma Leticia.

Leticia caminó hacia el centro del escenario, frente al micrófono de pie. Antes de hablar, su mirada encontró a Adda entre el público. En ese momento, Adda estabal parada frente al escenario. Sus ojos también se encontraron con los de Leticia. Pero su rostro permanecía inexpresivo, sinira ni resentimiento, solo mostraba indiferencia, como si estuviera entumecida Leticia apretó los dedos, y cont determinación, desvió la mirada. Entonces, anunció: “Es cierto, Brisa y nuestra familia tienen un vínculo especial. Hemos decidido tomarla como nuestra hija adoptiva.”

Leticia no dijo mucho más. La audiencia comenzó a felicitarlos. Risa rápidamente trajo a Brisa hacia adelante para que llamara a sus padres adoptivos. Brisa, emocionada, llamó con voz dulce y cuidadosa: “Papá, mamá.”

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Leticia le respondió con dificultad, mientras Pascual, con el rostro sombrío, no respondió nada.

Después de un rato, Leticia miró hacia abajo de nuevo. Descubrió que Adda ya no estaba. Adda se había ido tan pronto como Leticia reconoció a Brisa como su hija adoptiva. En el momento en que Brisa dulcemente llamaba a sus nuevos padres, el corazón de Adda se sintió como si le hubieran clavado un cuchillo, arrancando un agujero sangriento. Los ojos de Adda se humedecieron, pero con terquedad, no dejó caer una sola lágrima.

Ya no Jloraría por ellos.

Adda caminó hacia la salida, dispuesta a irse. Pero un guardia de seguridad la detuvo. “Señorita Adda, la Srta. Risa dice que hoy, en este día tan especial, not puede irse.” Adda, con una mirada fría, les dijo: “Apartaos todos.” Cuatro guardias bloquearon la salida como una muralla impenetrable. “La Srta. Risa dice que debe quedarse hasta el final de la fiesta de cumpleaños para irse, aún tiene un regalo para ti.” Adda pensó en enfrentarse a ellos, pero eran uno contra cuatro, así que no tenía posibilidades. Especialmente vestida con falda ese día. Además, si armaba un escándalo, sería justo lo que Risa quería ver. Al final, Adda simplemente se dio la vuelta.

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Pero Adda no quería presenciar aquella escena de alegría. Así que decidió irse a la sala de descanso. A mitad de las escaleras, alguien la siguió.

“Adda, así que estabas aquí.”

Al girarse, Adda se encontró con la persona que menos queria ver, Brisa.

Brisa acababa de ser reconocida como la hija adoptiva de la Familia Atenas, así que no pudo resistirse a compartir con ella una “buena noticia” como esa.

En un momento, Brisa ya estaba frente a Adda, separadas apenas por un escalón. Brisa tenía esa expresión inocente y cuidadosa de siempre.

“Adda, me han hecho hija adoptiva de la Familia Atenas, no estarás molesta, ¿verdad?”

Adda casi se rio al ver su cara de inocencia mezclada con desfachatez. Mirándola

desde arriba, le dijo: “Brisa, deja de poner esa cara de inocente, me da asco, sabes.” Un destello de emociones complejas cruzó por los ojos de Brisa, como tristeza mezclada con satisfacción. Pero todas esas emociones fueron efímeras. Frente a

Adda, aún mantenía esa apariencia de inocencia, como quien no sabe nada del

mundo.

“Adda, sabes que vengo de una familia problemática, conoces a mi madre y cómo me maltrataba y torturaba desde pequeña, no tuve un solo día feliz. Lo más afortunado de mi vida fue encontrarte en la escuela,”

Brisa parecía sinceramente agradecida, sus ojos brillaban con lágrimas, mostrando un profundo sentimiento de gratitud.

“En ese entonces, cuando me transfirieron a el bachillerato élite, todos me miraban mal, sufrí abusos por parte de mucha gente, pero tú me extendiste la mano y me sacaste del barro. Cuando me atacaban, te pusiste delante de mi como un escudo, Adda, eres mi salvadora.”

Adda frunció el ceño. No entendía por qué Brisa de pronto le decía todo eso. En efecto, así había sido. Brisa siempre estaba sola en un rincón, caminaba con la cabeza baja, siempre era el blanco de las burlas y abusos de los demás.

La escuela suya era como una jungla cruel, Adda estaba en la cima de la pirámide social, mientras que Brisa estaba en lo más bajo. ¿Cuándo comenzó a notar a Brisa? Probablemente fue el día que Brisa no llegó a clases y Adda, como

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delegada, acompañó al profesor a visitar su casa.

En un lugar parecido a un barrio marginal, allí encontraron la casa de Brisa. Eral una vivienda en ruinas, sin un solo mueble decente. Los padres de Brisa, Sofía y Héctor, estaban peleando. Sofía gritaba e insultaba a Héctor con palabras tant venenosas que erizaban la piel. Héctor, sentado en una silla de ruedas, parecía un muerto en vida. Todo lo que se podía romper en la casa, ya estaba roto.

Brisa, agachada, recogía las cosas sin ninguna expresión en la cara, como si aquello fuera lo normal. Más tarde Adda supo que Héctor había intentado suicidarse aquel día, parando su silla de ruedas en medio de la calle.

“Héctor, aunque mueras una vez, te salvaré una vez. Si mueres cien veces, te salvaré cien veces. Quiero que vivas, que sufras como yo.”

Adda se estremeció al escuchar eso. Aún recordaba aquella escena. Cuando Sofía terminó de maldecirlo, comenzó a desquitarse con Brisa, golpeándola, pateándola, incluso le pegó con unas tenazas en la espalda. El profesor intervino rápidamente para detenerla. Pero Sofía, fuera de sí, no paraba. Aprovechando el altercado entre Sofía y el profesor, Adda se acercó, tomó a Brisa del brazo y ambas huyeron de la

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Adda la había llevado a través de varios callejones, agarrándola firmemente de la mano. Adda tenía un aroma agradable, como el de las flores de gardenia, fresco e intenso. Brisa no dejaba de mirar su rostro, iluminado por el sol. Era brillante, como un ángel caído del cielo. Agarraba su mano con fuerza, como si pudiera arrastrarla fuera de ese infierno en el que vivía.

Después, fueron a una pequeña plaza cercana. Adda la invitó a comer en KFC. Era la primera vez que Brisa comía en KFC en su vida. Devoró muchos pastelitos. En ese momento penso que nunca había probado algo tan delicioso. Era tan dulce,

tan suave, que era para llorar de lo bueno que estaba. Adda la vio comerse todo lo que le había comprado, incluso la vio llorando mientras comía. De repente, tomó su mano: “Brisa, no tengas miedo, siempre te voy a proteger.”

No le preguntó nada, solo dijo que la protegería. Y lo hizo. Desde entonces, si alguien en la escuela molestaba a Brisa, Adda se enfrentaba a esa persona. También ayudó a Brisa a obtener una beca para vivir en el colegio. Le permitió escapar temporalmente de su loca madre. Todo lo bueno que tenía, lo compartía con Brisa. Incluso los regalos valiosos que recibía en su cumpleaños. Adda siempre pensó que había dado todo de si por Brisa, incluso más que por su amiga de la infancia Noelia. Por eso, descubrir su traición fue tan doloroso, hasta el punto de odiarla.

Recordando todo aquello, el corazón de Adda se retorcia de dolor.

“Brisa, ¿qué quieres decir con todo esto?” Adda esbozó una sonrisa fría y sarcástica: “Realmente, nunca entendi, ¿por qué? ¿Por qué te llevaste a Felipe? ¿Por qué usaste métodos tan bajos?”

Si Brisa realmente amaba a Felipe, y hubiera competido justamente, incluso si lo hubiera perseguido abiertamente, Adda no se habría molestado. Pero Adda no podía aceptar que alguien a quien había tratado con sinceridad conspirara en su contra, le tendiera una trampa y la traicionara.

Brisa también le habló con honestidad.

“Porque estaba celosa, celosa de verlos caminar de la mano por el patio, celosa de que él te comprara el desayuno cada mañana, celosa de su complicidad. Ustedes dos parecian hechos el uno para el otro.”

La mirada de Brisa cambió, volviéndose algo feroz.

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“Pero simplemente estaba celosa. Ustedes eran como hojas y flores bañadas por el sol, mientras que yo era una raíz enterrada en la tierra, condenada a la oscuridad, soportando en silencio la oscuridad, siendo devorada día y noche por serpientes y ratas. Estaba tan celosa que casi enloquezco.”

Adda nunca imaginó que Brisa, quien siempre los seguía, tuviera esos pensamientos. Después de un momento de silencio, Adda le habló con calma.

“Es tu inferioridad y sensibilidad las que te controlan. El corazón de cada uno es una semilla. Es una elección de cada cual crecer como hojas y flores o permanecer como raíces bajo tierra. Brisa, lo has pasado mal, pero hay quien está peor que tú en el mundo. ¿Acaso todos van a ser como tú, celosos de todo lo bueno, apuñalando por la espalda a quienes te han tratado con sinceridad? ¿En qué te diferencias de una traidora que muerde a quien le da comer?“,

Adda se entristeció.

“Tenías buenos resultados académicos y llegaste a una universidad prestigiosa. Ya no eras esa Brisa débil e indefensa, controlada por su madre sin poder resistir. Habías entrado en el camino hacia una vida brillante, podrías haber disfrutado del sol de manera digna. Pero elegiste el camino más ruin y oscuro, sacrificando tu sinceridad, traicionando nuestra amistad. Tu vida aún sigue siendo oscura y falsa, pero esta vez, fue una elección tuya quedarte bajo tierra.”

Capítulo 110

Adda miró a Brisa profundamente y suspiro.

“Hablar de esto ahora ya no tiene sentido. No me arrepiento de haberte tratado bien. A estas alturas, tú fuiste la que me perdió a mí, no yo a ti.”

Para Adda, el pasado ya era historia.

No quería enredarse más con Brisa. Fuera odio o rencor, no quería gastar ni un minuto ni un poco más de energía en ella.

Adda intentó irse, pero Brisa de repente la agarró del brazo.

“Adda, no podrás deshacerte de mí, nunca podrás.”

Adda se giró, intentando soltarse de la mano que Brisa tenía agarrada. Pero antes de que pudiera hacer fuerza, Brisa cayó hacia atrás. Y terminó rodando por las escaleras.

Después, Brisa empezó a gritar agarrándose el vientre.

“¡Ay, me duele, me duele! Mi bebé, Adda, ¿por qué me empujaste?”

El corazón de Adda se aceleró. Un mal presentimiento creció dentro de ella. Casi al mismo tiempo, una multitud se agrupó alrededor.

Risa estaba al frente.

“Hermana, ¿por qué empujaste a Brisa? Ella está embarazada.”

“Hermana, sé que no te cae bien Brisa, pero no deberías hacerle daño a su bebé.”

“Hermana, ¿es porque el hijo en el vientre de Brisa es de Feli que no puedes soportarlo?”

Una ráfaga de preguntas la asaltó. Adda entendió de inmediato. Había caído en una trampa. Había sido emboscada por Brisa y Risa.

Pensó que Risa quería avergonzarla, darle problemas. Creía que hacer a Brisa la hija adoptiva de la familia ya era suficiente para Risa. Pero no imaginó que había una trampa aún más grande esperándola. La maldad de ambas superaba su imaginación.

Adda quedó rodeada por la multitud. Los demás invitados en el salón también se acercaron al escuchar el alboroto.

Felipe, al oír la voz de Brisa, corrió hacia allá. Al abrirse paso entre la gente, vio a

14-08

Capítulo 110

Brisa en el suelo, agarrándose el vientre, claramente dolorida. En ese momento, Adda estaba paradà en las escaleras, con una expresión indiferente.

La gente alrededor comenzó a murmurar y la culparla por haber empujado a alguien por las escaleras.

Felipe, sin pensar, se apresuró a ayudar a Brisa a levantarse.

“Brisa, ¿estás bien? Te llevaré al hospital.”

Brisa seguía agarrándose el vientre, con lágrimas en los ojos.

“Feli, estoy bien, ya no me duele tanto, solo que…”

Brisa miró a Adda con los ojos llenos de lágrimas.

“Pero no sé por qué Adda me empujaría, al final no puede aceptar a nuestro hijo.”

Brisa comenzó a llorar.

“Feli, si algo le pasa al bebé, no podría seguir viviendo, gracias a Dios que estamos bien. Pero tengo tanto miedo, temo que ella no me deje en paz, esto no es la primera vez.”

Brisa se refugió en el abrazo de Felipe, sollozando suavemente. Felipe miró a Adda con rabia en sus ojos. Levantó la mano hacia Adda, casi en un arrebato de furia: “¡Adda, eres tan despiadada!”

Capitulo 111

Adda se encontraba sin palabras ante la situación.

Brisa tenia a Risa de su lado, armando un espectáculo.

La gente murmuraba a su alrededor, rápidamente etiquetandola como la culpable de empujar a Brisa.

Pascual y Leticia también llegaron al escuchar el alboroto.

Al ver lo que pasaba, Pascual pregunto: “¿Qué ha pasado aquí?”

Risa ya tenia preparada su versión de los hechos

“Papa, por alguna razón mi hermana empujó a Brisa, que está embarazada.”

Pascual miró a Brisa con una expresión sombria,

Brisa estaba refugiada en los brazos de Felipe, sollozando.

La mirada de Pascual se endureció aún más.

Felipe, que era como un hijo para ellos, ahora abrazaba a otra mujer, la cual llevaba su hijo.

Pensaron que Brisa solo era una locura pasajera de Felipe.

Pero la situación había escalado a más de lo imaginado.

Lo que empeoraba las cosas era que la familia Espinoza habia revelado que, tres años atrás, Adda y Felipe ni siquiera se habían casado oficialmente.

Adda habia declarado su separación definitiva de Felipe hace unos días y se había mudado de la casa de la familia Espinoza.

Quién sabe si Felipe ya había formalizado secretamente su relación con Brisa.

Y ahora, esta mujer llamada Brisa, de repente, se habia convertido en la ahijada de la familia. Pascual se sentia culpable con Adda. Pero conocía bien el carácter de Adda, que no toleraba injusticias. Así que no descartaba la posibilidad de que Adda hubiera empujado a Brisa. Pascual ya tenía una opinión formada sobre el asunto. Con la alta sociedad de Altópolis presente, no podía permitirse el lujo de que la familia Atenas perdiera la dignidad.

Así, se acercó a Brisa.

Con una voz fría y algo intimidante, le dijo: “Briti, ¿estás segura de que fue Adda quien te empujó intencionadamente y no fue que resbalinte?”

Brisa miró a Pascual con unos ojos llenos de inocencia. Sus lágrimas empezaron a caer sin control. Sabía que Pascual estaba tratando de abaciguar las cosas. De hecho, Brisa no quería que este incidente creciera demasiado y causara vergüenza a la familia Atenas. Después de todo, no quería que la rechazaran justo después de haber sido aceptada como

su hija adoptiva

Hacer creer a Felipe que Adda queria hacer dane repetidamente a su bebe, eliminande net cualquier afecto que pudiera resurgir en Felipe lacia Adda, era el objetiva de Brian. Y claramente, habla logrado su propósito.

Felipe miraba a Adda con un odio y desprecio intensos, igual que facta tres años.

Pero, por supuesto, Brisa no iba a dejar que el asunto se resolviera tan fácilmente.

Las lágrimas de Brisa calan sin control, seguidas de una gran decepción y una profunda sensación de agravio. Finalmente, como si tomara una decisión fire, Brisa le dije COR VOZ entrecortada: “Papa, tienes razón, Adda no lo hizo a proposito, solo fue un accidente

Adda observaba cada uno de los gestos de Brisa. Ahora, Adda realmente entendia cuan hábil era Brisa actuando.

Ella había interpretado a la perfección el papel de alguien que, bajo presión, no tenia más opción que apaciguar el problema.

Decía que Adda no había tenido la intención, pero su expresión acusaba que había sido forzada, que por el bien de mantener la dignidad de la familia Atenas, estaba dispuesta a minimizar el problema y desviar la culpa a sí misma.

Esto lograba que todos los presentes entendieran que Adda realmente la habia empujado.

Además, mostraba su disposición a ceder, ganandose la simpatía y la compasión de los demás.

También, le daba a Pascual la sensación de que ella era considerada y entendía la situación general.

Era un movimiento que mataba varios pájaros de un tiro. Sin duda, Brisa había conquistado a todos con su actuación.

Pascual, al ver la reacción de Brisa, se suavizó un poco, incluso mostrando un atisbo de culpabilidad.

Capfula 112

Felipe sintié aun más compasión y la ablaza con más fuerza

Alrededor, la gente mumuraba entis al

Parece que Adda realmente lo hizo. ¡Y con un bebe en commol/Como puede ser tan cruel??

‘De tal pato, tal estille Escuché que su madre biblogica sia una AsAma y su padre un bonacho. Su madre biológica comblo a su propia bus por la verdadera heredem de la Familia Atenas para dene una vida de lujos. Ahola, quiere hacer daño a oba persona. Parece que la maldad come en sus venus”

“Pero, ¿por qué quente haceite eso a la Sita Briga?

“No lo suber? Las familias Atenas y Espinoza tentan un acuerdo para un matrimonio arreglado. Adda estaba enamorada de Felipe, el mismo que ahora está consolando a la Srts Briss. Es evidente que Adde estaba celosa Pero, llegar a bacer daño por celos, es simplemente malvado”

‘La Familia Atenas es demasiado buena, manteniendo en casa a la hija de su enemigo. Yo didé que deberian haberle echado hace tiempo para evitar problemas en el futuro?

Por otro lado, Pascual suspiro aliviado al escuchar a Brisa

A menudo, les situaciones no requerian de la vended, solo de una forma de cubrir las apariencias. Si la victime no hacia un escándalo, el asunto podia cerrarse rápidamente.

Pero Rise claramente no estaba dispuesta a dejaro pasar tan fácilmente. Había preparado ouidadosamente esta oportunidad única, asi que no estaria satisfecha hasta yer 9 Adda

bundide

Papá, ahora somos tus tres hijos. ¿Cómo puedes mostrarte parcial? Si mi hermana la empujó, pues le empujó. No puedes defendera!

Pascual sintió como el alivio en su pecho se bloqueaba nuevamente.

Alver te expresión cada vez más sombrio de Pascual, Risa sintió un nudo en el estómago, Sable que Pascual siempre había sido critico con ella porque siempre la comparaba con Adde en todo talento, belleza, estudios, manera, elegancia, educación. En el corazón de Pascual, note ore comparable con Adde

Peto él no considerabe que elle ere sy verdadera hija,

Shubey ouecido junto a ellos, seguro que habre superado a Adda en todos los aspectos,

Rise sable que lo más importime pare Pascual era la imagen y el prestigio de la familia,

A que no pode dejar que el escándalo escalera más,

* dio sn paso stás y le dijo. Al menos, bermone deberia disculparse con Brisa. Después de todo, estuvo punto de perder al bebé

arendused elpy and pedir of diges son selle as say

معيد

humillaria o nD.

Les sous para pr

De continuar así, la Familia Atenas promo sería el Chiste de todos, to me ere to time

Més que las rivalidades infantiles de sus hijas, le imponata el prestigio de su familia. Quera

Pero ¿cómo podria Adda disculparse? Ella sim

Capitulo 113

we selde tar brie detame y ella se

cartes enormes actuando como si realmente fuera

Fotens sendo un hombre de prestigio ¿Como

Pascal cord usta & ESTATE OSCcurecido por la

No other sindienente manere adgrade Famile unes en lugar de hacer un

aculo de que ados a rear

Con una voz msenere fime scaledice for Anna, en mee discures

No me discutare Lavon ree–tura seua sento firme

Pascual se muecento Ea a mea e que aquese areva a desatario pubicamene equivalente a un quide directo estima

Las personas arete for numuradan store sua realidad para enumer, como si perdiera toda autoridad fene a sus mias

Con una voz grave cargada de presson yamera Pescia dijo Ante si mayro disculpas, te considere como si no fueras minia

Las palabras ya habian alcanzado un nivel grave

E salón quedo en siencia, tadas observaban con meres susurant que el drama de hoy era una escena mas dira, verdaderamente enacionante

Erisa, por su parte, se regocijaba en su corazon

Sabia que incluso si ella no lo insistia com el caracter de Adina munce se compromerera Definitivamente harta un gran escandalo. Y mientras ella se arrumar camber seria completamente despreciada por su padre.

Adda, de pie en lo alto, miraba tranquilamente a Pascuail

Desde pequeña, no había sentido un vinculo muy cercano com este grade 4 mercs to tamo como con Leticia. En esta familia, el era el jefe, pero siempre estaba fuera comato conos negocios, con compromisos sociales. Le compraba regalos cards perc raramente prestaca

tazalea

aaas

Textate Parcia tamen

rameno Tone ammono y las acciones te a familia tetas ratan teretatas on Pie Atenas en el fum

Beemamera Honzertendió de Pascia amanenia to end, snop

Esferanse a la que past emos res años con la Famila Espinoza yances

Deana ezade as Atenas

THE

MS sends QUE Tada olvidado ese inocente incluso se convenció de que rabiendo leges asse ju e sficere por qué prescuparse por lo demás?

Feresa vez a qual que aquela noche de faca tres años, todo era por la prestigiosa imagen de la Familia Arenas

Sus sentimientos no importaban, di era o no hija suya tampoco importaba, lo importante era no perder la dignidad de la familia

Sin embargo, la Adda de ahora ya no era la misma de hace tres años.

Ya no se sometera más

Con calma, Adda bajó las escaleras. Paso a paso, se acercó a Pascual.

Pascual pensé que finalmente había cedido y se disponia a disculparse con Brisa.

Su mirada hacia Adda se suavizó un poco.

Adda se acercó a él, sin embargo, su expresión era tranquila, pero emanaba una intensa presión.

Capítulo 114

La expresión de Pascual pareció recorreria un escalofrio.

“Papá, esta será la última vez que te llame así. Hoy voy a cortar lazos con todos ustedes”

Adda se giró, dirigiéndose a los presentes.

“Un padre que no conoce a su hija, una hija que ho conoce a su padre, anuncio que, desde hoy, yo, Adda, y los Atenas de Altópolis no tenemos ninguna relación. De ahora en adelante, ya no seré parte de la familia Atenas, ¡quien quiera ese lugar, que lo tome! No tengo nada que ver con ello. Hoy, rompo mi falda para romper lazos, por favor, sean testigos!”

Dicho esto, Adda agarró el dobladillo de su falda y lo rasgó con fuerza, desprendiendo un

trozo de tela.

Adda, frente a Pascual, lanzó con fuerza el pedazo de tela al suelo,

Pascual estaba tan enfadado que se le puso la cara pálida,

Sin embargo, Leticia, contra lo habitual, no lo reprendió ni maldijo, sino que se le llenaron los ojos de lágrimas.

Los demás murmuraban entre ellos.

“Adda realmente quiere cortar lazos con ellos.”

“Y pensar que tenía el coraje, la familia Atenas es una de las más poderosas de Altópolis, ¿realmente está dispuesta a renunciar a una familia tan adinerada?”

“Probablemente Adda haya visto demasiadas telenovelas, pensando que es la protagonista, haciendo un gesto impulsivo, puede que mañana mismo quiera volver bajo súplicas”

Pascual no esperaba que Adda realmente se decidiera a hacer eso.

Su expresión era sombría, romper la falda para romper lazos, fue su propia hija adoptiva quien lo había hecho. Los había dejado.

Eso sería, de hecho, una gran broma si se divulgara.

Pero Risa estaba internamente encantada.

Todo estaba saliendo como ella quería, incluso más espectacular de lo que había imaginado.

Pascual, furioso, señaló a Adda: “Adda, espero que no te arrepientas, que no vuelvas llorando

mañana.”

Adda de repente se arrodilló, pero su expresión permanecía fría y decidida.

Al ver a Adda arrodillarse de repente, Pascual pensó que se había arrepentido.

Pero Adda de repente se inclinó profundamente.

a dada ente para es para denohere a usted ya la Señora Aranas sa

da babae chado desde ahora estas en pa

PANOVER PA PAVse pa se can decidida mente hacia la salida.

vis de 2000

era la ja que había orjado durante veinte años, por eso le dola sa actitud. astaba pas tadado, enfadado porque Adda, frente a todos, no le

Ravena sala apvien la dextura

Axa ana və ON A POS EXTRAOrdinariamente quapo

Era Caps

Davis res0 con traje ato y elegante, con una mano metida en el bolsillo del pantalón,

2008/08, pramente io lo hacia parecer no terrenal

to parada un ser celestial regendo despreocupadamente por el mundo mortal, piando desde lo alto toda la trivialidad mundana con desden

Los demás tambien se jaron en el

Facecamente de

Ahera Deus, sua ops se levaron de alegria y emoción

La festa ya iba por la mitad y Davis aún no había llegado.

Penso que no tendria

No esperaba que no compilera su promesa, seguramente algo importante lo habia retrasado. Alpensar que Davis podria haber dejado de lado un trabajo extremadamente importante solo para asistir a su festa de cumpleaños, saltaba de alegria como un ciervo

Como hacia Davis casi volando

Savez incluso sonaba un poco coqueta: Señor Davis, ¿por qué llegaste tan tarde? Te he estado esperando mucho tiempo

Capítulo 115

Risa y Davis capturaron de inmediato la atención de todos los presentes. Entre ellos, se encontraban figuras destacadas de Altópolis. El nombre del Señor Davis Ravello era conocido por todos. Más aún, él no era un señor cualquiera, sino el hijo del hombre más rico y poderoso del país, el único heredero de Ravello Corp., una élite de Imperatoria.

Imperatoria estaba a años luz de ser como el pequeño Altópolis. Todos sabían que la razón por la que el Señor Davis estaba en Altópolis era para dirigir personalmente el proyecto del Jardín Celestial Resort. Este Jardín Celestial Resort no era solo un proyecto de construcción, sino también el objeto de deseo de múltiples sectores. Este colosal proyecto, valorado en miles de millones, involucraba a todas las industrias. Aunque solo fuera una migaja lo que el Señor Davis dejara caer entre sus uñas, podría ser suficiente para hacer despegar a otras familias.

Normalmente, mucha gente intentaba por todos los medios conocer al Señor Davis, pero casi siempre eran rechazados. Sin embargo, ¿quién hubiera pensado que la verdadera señorita Atenas estaría tan cerca del Señor Davis?

Varias damas de la nobleza miraban con envidia. “¿Qué relación tienen Risa Atenas y el Señor Davis para que él haya vuelto para asistir a su fiesta de cumpleaños?” “Con esa mirada tímida de Risa, casi puede leerse ‘me gustas‘ en su rostro.” “Qué suerte tiene la Familia Atenas. Si Risa logra unirse al Supremo Potentado, ellos también ascenderán al cielo de un salto.” “Yo no estaría tan seguro, asistir a una fiesta de cumpleaños no significa mucho.”

Entre la multitud se escuchaban todo tipo de comentarios, llenos de envidia y resentimiento. Al principio, muchos asistieron con la intención de burlarse de la Familia Atenas, pero ahora los sentimientos de envidia y deseo eran palpables. Incluso aquellos cercanos a Pascual comenzaron a halagarlo en voz baja. “Señor, que la señorita Risa y el Señor Davis tengan una relación significa que pronto podría usted convertirse en suegro del Supremo.” “Exacto, si la Familia Atenas se une a la Familia Ravello, espero que no olviden cuidar de nosotros, sus viejos amigos.” “La señorita Risa sí que sabe cómo hacerle honor, Señor Atenas.”

Pascual, rojo de orgullo por los halagos, se acercó emocionado a Davis. “Desconocía que el Señor Davis nos honraría con su presencia, perdón por no haberle recibido como se debe, espero que pueda disculparme.” “Pascual, me puedes llamar Davis, no hace falta tanta formalidad.”

-El Señor Davis mostraba una humildad inesperada, pidiendo que no fueran tan formales. Pero los rumores decían que era un hombre orgulloso y distante, difícil de complacer, ¿no? Frente a Pascual se comportaba con la cortesía de un joven común y corriente. Claro, solo podía haber una razón para esto. Todo era por Risa. Esto confirmaba que la relación entre Risa Atenas y el Señor Davis era, de hecho, especial.

Risa, por su parte, estaba emocionada más allá de lo imaginado. Disfrutaba profundamente de las miradas de envidia y celos de los demás. Para ella, esos sentimientos

7/2

།༡ ༄རྟ།

mittenter de primera, inflande su ege hasta el ignite. Incluso pensé en tornar del brazo a Davis sin pedir permike. Pero el la séquivé. Und mirada fria de Davis fur suficiente para que Misa retrocediera, entendiendo la indirecta Quiza el simplemente no estaba cómodo mostrando afecta en publice

Pascual, observando desde un lado, sintió una gombra de duda cruzar por su mente, Davis de repente echó un vistazo a Adda. Luego, sus dos cayeron sobre al borde rasgado de su falda. Su mirada se volvió instantáneamente mis fria. Y su tono al hablar con Pascual se forna inmediatamente más distante. La voz de Davis fus indiferents “Parece que me perdi de un buen espectáculo hace un momento”

Pascual se dio cuenta de que Davis estaba mirando a Adda. Pensó que la situación vergonzosa de Adda era una falta de respeto para alguien de su estatus, nacido en una familia distinguida. Entonces, con una voz fría, reprendió: “Ingrata desobediente! ¿No dijiste que ya rompiste lazos con nuestra familia Atenis? ¿Qué esperas para irse?”

Capítulo 116

Adda escuchó estas palabras y se dispuso a avanzar, pero un brazo extendido por Davis la detuvo.

Con una calma imponente, Davis interrumple, “Pascual, disculpa mi intromisión, pero ¿podrías explicarme qué sucedió exactamente?”

Davis habia llegado temprano ese día, pero no esperaba encontrarse con Chloe en la entrada. Había tardado un buen rato en deshacerse de esa persistente “goma de mascar“. Y en ese corto intervalo, habla estallado un escándalo de cortar lazos rompiendo la falda.

Considerando la habitual actitud despreocupada de Adda, similar a la de un gato, ¿qué tanto tenía que haber soportado para llegar a este extremo?

Una fria aura emanaba de Davis, haciendo que todos a su alrededor sintieran una presión casi insoportable, aunque sus palabras fueran corteses y humildes.

Pascual no entendía por qué Davis mostraba un súbito interés en los asuntos privados de su familia. No tenia intención de exponer más esta situación vergonzosa, ya que ser abandonados por una hija adoptiva no era motivo de orgullo.

Sin embargo, ante la pregunta de Davis, fue Risa quien tomó la palabra.

“Señor Davis, hay algo que usted desconoce. Esta es Adda, la hija adoptiva de mis padres. Hoy, mis padres decidieron adoptar a Brisa como otra hija y mi hermana Adda, molesta, terminó empujando a Brisa, quien está embarazada, por las escaleras.” “Afortunadamente, Brisa está bien y, siendo tan bondadosa, no quiso hacer un escándalo. Mi padre solo pidió a mi hermana que se disculpara con Brisa y con eso bastaria. Pero Adda, lejos de disculparse, decidió romper todo vinculo con nosotros.” Risa dramatizó los eventos a su conveniencia, pintando a Adda como la villana.

Pascual, visiblemente perturbado, añadió, “Esto es un asunto privado de la Familia Atenas, lamento haber involucrado a usted en esta situación vergonzosa.”

Al escuchar todo, la temperatura a la que Davis mantenía su compostura se volvió glacial.

No esperaba que Adda habla sufrido tanta injusticia.

“Ya veo, Señorita Brisa. Entonces, ¿fue Adda Atenas quien te empujó?” Davis dirigió ahora su penetrante mirada hacia Brisa.

Brisa y Felipe, que habían llegado mientras tanto, estaban justo detrás de Pascual.

1/2

Bajo la imponente mirada de Davis, Brisa no pudo evitar sentirse nerviosa y fingió una expresión de dolor, “Confio en que Adda no lo hizo a propósito.”

La voz de Davis seguía siendo fria, “Independientemente de si fue a propósito, ¿estás diciendo que fue Adda quien te empujó?”

Brisa comenzó a sentirse insegura, “Señor, ¿a qué viene esa pregunta?”

“¿Estás segura de que no estás mintiendo?” preguntó Davis.

La palabra “mentir” parecía pegarse a Brisa como una etiqueta.

Si hubiese sido cualquier otra persona, podría no haber importado tanto, pero viniendo de Davis Ravello, cada palabra pesaba.

El murmullo de dudas empezó a esparcirse entre los presentes.

Brisa rápidamente respondió, “No estoy mintiendo. Subía las escaleras cuando Adda y yo intercambiamos unas palabras. Supongo que estaba de mal humor y me empujó. Muchos lo vieron con sus propios ojos.”

Era una emboscada cuidadosamente preparada por ella y Risa, sabiendo que los salones de La Nube, reservados para invitados distinguidos, no tenían cámaras de seguridad.

Risa también tomó la palabra, “Lo vi con mis propios ojos. Estaba cerca y vi cómo mi hermana empujaba a Brisa escaleras abajo. No solo yo, ellas también fueron testigos.” Las seguidoras de Risa, habiendo recibido favores de ella, secundaron rápidamente su versión.

“Es cierto, es cierto, todos lo vimos.”

La mirada de Davis recorrió los rostros de cada una, su mirada fría como el hielo.

Capítulo 117

Risa intuyo que Davis parecía estar inclinado a favorecer a Adda.

¿Acaso había algo más entre Adda y Davis? Entonces recordó que Adda había hecho una entrevista exclusiva con Davis. Probablemente fue entonces cuando se

conocieron. Pero Risa suponía que eran solo amigos. Después de todo, Adda era una mujer casada.

Risa no tenía miedo en absoluto. Había hecho indagaciones especiales con el gerente de La Nube, asegurándose de que no había cámaras instaladas. Nadie había presenciado el incidente. No creía que quedara ninguna prueba. Así que no le importaba ensuciar un poco más la reputación de Adda.

Risa dijo: “Señor Davis, quizás no esté usted al tanto, pero mi hermana y Brisa tienen una enemistad personal; ella empujó a Brisa intentando acabar con la vida del bebé que llevaba Brisa en su vientre.”

Davis tenía una expresión fría. Con una voz fria y distante, dijo: “Con lo que sé de Adda, ella no tendría ninguna razón para hacer algo así.”

El murmullo empezó a correr entre los presentes. A estas alturas, cualquiera podia ver que Davis conocía a Adda Atenas y parecia favorecerla. Risa también se dio cuenta. ¿Qué sabía él? Risa miró a Adda y soltó una risa sarcastica: “Señor Davis, usted no sabe que mi hermana tiene todas las razones para hacerlo; mi hermana está enamorada de Felipe, pero Feli ama a Brisa, y además Brisa está embarazada de Feli. Mi hermana, consumida por los celos, actuó sin pensar y atacó a Brisa.”

La multitud pareció tener una revelación. Así que los rumores eran ciertos. Todos miraron a Felipe, el heredero del Grupo Espinoza, ciertamente guapo y de distinguida presencia. No era de extrañar que Adda perdiera la cabeza por amor, llegando a actos tan desesperados. Si Adda realmente fuera la hija mayor de la Familia Atenas, sería una pareja adecuada. Pero siendo una falsa heredera, con un trasfondo familiar tan lamentable, ¿cómo podría ser digna?

Davis dijo: “¿Estás sugiriendo que Adda se enfocó en Brisa por envidia hacia Felipe?” Risa, por supuesto, no podía revelar que Adda era la esposa de Felipe y que Brisa era la otra mujer. Pero un asunto tan vergonzoso, Adda nunca lo admitiria. Ella siempre había sido orgullosa, despreciando la idea de confesar. Risa aprovechó eso y empezó a inventar sin restricción alguna: “Por supuesto, Feli es tan destacado, mi hermana siempre ha estado obsesionada con él. Como Felipe y Brisa se amaban, mi hermana solo quería ser la otra mujer en su relación.”

En ese momento, Risa ya no se preocupaba por el prestigio de la Familia Atenas. Ella

tenía que cubrir de infamia a Adda frente a Señor Davis.

Davis de repente sonrió: “Eso tiene aún menos sentido. ¿Cómo podría la novia de Davis Ravello desear a otro hombre?”

Sus palabras silenciaron la sala por completo. ¿Qué quería decir Señor Davis con eso? Incluso Risa parecía no entender: “¿Cómo podría Adda ser tu novia? ¡Eso es

imposible!”

Davis envolvió con naturalidad la cintura de Adda, mirándola con una ternura incondicional. Luego levantó la vista, sus ojos todavía llenos de un calor que no se habia disipado: “¿No hacemos una buena pareja?”

Nunca antes se habia visto a Señor Davis mostrar una mirada tan cálida. Las damas de la alta sociedad presentes ahi casi se derritieron ante esa mirada, hundiéndose en la envidia hacia Adda, quien se encontraba en los brazos del Señor Davis.

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apítulo 118

Risa simplemente no podia aceptarlo ni creerlo.

Adda, ¿la novia del Señor Davis?, parecía algo sacado de un cuento chino.

Risa lanzó una mirada a Adda. La envidia que ardía en sus ojos casi no podía ser contenida, y casi sin pensar dijo: “Señor Davis, ¿acaso mi hermana te ha engañado? Mi hermana ya está casada”

En esos breves segundos, Risa ya había sacado sus conclusiones. Adda era sin duda atractiva, asi que no era de extrañar que el Señor Davis se sintiera atraído por ella. Pero estaba segura de que el Señor Davis no sabía que Adda ya estaba casada. Sin piedad, decidió exponer las mentiras de Adda. Tenía que hacer que Davis viera la verdadera cara de Adda.

Pero en los ojos de Davis no se percibía ni un ápice de enfado, ni siquiera una sombra de sorpresa. Con despreocupación, preguntó: “Ah, ¿dices que mi novia tiene un esposo? Entonces, ¿quién es su esposo?“.

Esta pregunta dejó a Risa sin palabras. Ella y Brisa habían planeado este gran. espectáculo para hoy. Adda se había convertido en la tercera en discordia, quebrando la relación entre Felipe y Brisa. Si de repente todos descubrieran que Adda y Felipe eran, de hecho, marido y mujer legalmente casados, la situación daría un giro completo. Brisa se convertiría en la verdadera amante, y ella en cómplice de la amante. Además, la reputación de la Familia Espinoza quedaría por los suelos, y ellos nunca la perdonarían. Risa no podía decir la verdad.

Por otro lado, Brisa también estaba nerviosa, observando a Risa, temiendo que estal loca revelara todo. Afortunadamente, aún le quedaba un poco de sentido común. Y Felipe, con el ceño fruncido y una mirada fría y distante, observaba la mano de Davis. sobre la cintura de Adda.

Risa dijo: “De todos modos, mi hermana ya está casada, no es ninguna doncella.. Seguramente la has confundido, ella es astuta y malvada, una verdadera seductora“.

La mirada de Davis se enfrió de repente. Su voz, cubierta por una capa de hielo, transmitía un frío penetrante. “Risa Atenas, siempre hablas de ‘mi hermana‘ pero cada palabra que dices es para difamar, para manchar su reputación. Creo que la única sin educación y con malas intenciones aquí eres tú“.

Ser etiquetada públicamente por Davis como una persona sin educación y malintencionada hizo que Risa temblara de ira. Las personas alrededor comenzaron a murmurar sobre Risa. Ella sentía como si le hubieran dado una bofetada en el rostro, la rabia la consumía por dentro.

Con la voz temblorosa, Risa dijo: “Señor Davis, aunque tenga un alto puesto, no puede difamarme asi. Incluso si mi hermana es su novia, no puede ignorar los hechos para protegerla. Ella empujó a Brisa, todos lo vimos. El simple hecho de que pudiera empujar a una embarazada demuestra que es una persona cruel y despiadada“.

La esquina de los labios de Davis se curvó en una sonrisa fría, su voz llevaba un tono amenazante: “¿Estás segura de lo que viste? Si no es así, ¿no estarías difamando? Temo que no puedas soportar las consecuencias de acusar falsamente a mi novia“. “Risa Atenas, ¿te atreves a jurarlo?”

Risa sintió la presión y la amenaza. Especialmente cuando vio esa mirada fría, como un puñal reluciente. Pero en ese momento, Risa ya no podía preocuparse por las consecuencias. Todo lo que queria era ver a Adda caer.

“Lo juro, vi con mis propios ojos a mi hermana empujar a Brisa. Si lo que digo es una mentira, que nuestra Familia Atenas caiga en bancarrota y yo, Risa Atenas, viva en pobreza y miseria por el resto de mi vida, sin encontrar un final feliz“.

Capítulo 119

Risa hizo las juras más venenosas.

Pero en su corazón solo se burlaba.

Jamás creyó en las promesas. Si las juras fueran ciertas, todos los días habría gente alcanzada por rayos.

Así que

las palabras salían de su boca con una apariencia de firmeza y sinceridad.

Estaba segura de que Davis no encontraría ninguna falla. Por eso usaba juras, ese elemento etéreo, como presión.

Davis simplemente sonrió con calma: “Muy bien, espero que recuerdes tus palabras cuando llegue el momento de cumplir su juramento.”

Luego, tomó su teléfono y realizó una llamada.

“Contacta al gerente general de La Nube, que venga de inmediato.”

Cinco minutos después, el gerente general de La Nube, Kim, llegó corriendo.

La multitud había convertido el lugar en una fortaleza, todos observaban el espectáculo sin querer parpadear.

Risa, aunque seguía vociferando, ya temblaba por completo, su valiosa joyería no podía ocultar su desastre personal.

Por otro lado, su hermana Adda. Hoy debería haber sido la más desdichada, pero desde que rompió su falda y negó su vínculo, la determinación y la fuerza que emanaban de ella capturaban la atención de todos.

Especialmente ahora, aunque permanecía en silencio, la elegancia y nobleza que irradiaba, junto con su vestido roto, parecían convertirse en piezas de diseño único, no desentonaban en absoluto, sino que revelaban una belleza única.

Kim, visiblemente nervioso, se acercó a Davis: “Señor Davis, ¿me necesitaba para algo?”

-Risa, al ver al gerente de La Nube, Kim, aparecer, solo pudo reírse.

Davis realmente sabía cómo hacer un espectáculo.

¿De qué serviría traer a Kim aquí? Ni la policía podría hacer algo. No había cámaras de vigilancia, no encontrarían ninguna prueba.

Davis dijo: “Señor Gerente, activa el Ojo de Águila.”

Kim se sorprendió brevemente, curioso de que el Señor Davis conociera el Ojo de

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Aquila.

Pero vacilo: “Señor Davis, eso va en contra de las normas, no puedo asumir esa responsabilidad.”

Davis habló con serenidad: “Un cincuenta por ciento de las acciones de La Nube están en manos de Ravello Corp. Aunque no participo en la gestión del Grupo de La Nube, soy el accionista mayoritario, creo que tengo el derecho.”

Kim estaba asombrado. La empresa ciertamente tenía un misterioso accionista mayoritario, conocido solo por el presidente y vicepresidente, aparte de ellos, nadie. más estaba al tanto.

Poseía una gran parte de las acciones del grupo, convirtiéndose en una figura mitológica y legendaria dentro del Grupo de La Nube.

Pero nunca imaginaron que esa persona fuera el Señor Davis de Ravello Corp.

Sin embargo, si era él, entonces tenía sentido,

Kim inmediatamente respondió con respeto: Lo haré de inmediato.”

La mayoría de las personas alrededor todavía estaban confundidas.

“¿Qué es el Ojo de Águila, cómo es que nunca hemos escuchado sobre eso?”

“¿El Señor Davis es el principal accionista de La Nube? Realmente el mundo es propiedad de Ravello Corp.”

“El Ojo de Águila, he escuchado de eso, es el sistema de vigilancia de más alto nivel utilizado por las fuerzas armadas nacionales, en resumen, es un sistema de vigilancia de 360 grados sin ángulos muertos, los sistemas convencionales solo cubren áreas limitadas, pero el Ojo de Águila no tiene restricciones de tiempo ni espacio, puede sacar cualquier lugar, persona y momento en alta definición!”

“Dios mío, ¿así que todo lo que hemos hecho hasta ahora estaba siendo monitoreado?”

“Es normal que los salones de banquetes de La Nube, que suelen recibir a altos cargos del gobierno o invitados extranjeros, estén equipados con el Ojo de Águila.”

Risa escuchaba los murmullos a su alrededor, con una expresión de incredulidad en su

rostro.

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Capitulo 120

¿Qué demonios era el Ojo de Águila?

Ella nunca había oido hablar de él.

Había confirmado con seguridad.

Capítulo 120

Este salón de banquetes no tenía ninguna vigilancia.

¿Cómo podría aparecer de repente una vigilancia de trescientos sesenta grados sin ángulo muerto?

Risa todavía se negaba a creerlo.

Pero cuando las figuras de Brisa y Adda aparecieron increíblemente claras en la gran pantalla del salón de banquetes, Risa quedó completamente atónita.

Su conversación de aquel momento también se mostró palabra por palabra ante

todos.

*Realmente, nunca entendi…por qué… Por qué te llevaste a Felipe… Por qué usaste métodos tan bajos…”

“Porque estaba celosa… ustedes eran como hojas y flores bañadas por el sol, mientras que yo era una raíz enterrada en la tierra… Estaba tan celosa que casi enloquezco…”

“…Elegiste el camino más ruin y oscuro, sacrificando tu sinceridad, traicionando. nuestra amistad… Hablar de esto ahora ya no tiene sentido… No me arrepiento de haberte tratado bien…”

“Adda, no podrás deshacerte de mí, nunca podrás…”

Todo lo que sucedió en ese momento, toda la verdad se mostró claramente ante todos.

En el video, mientras Brisa decía eso, de repente agarró el brazo de Adda.

Luego, se inclinó hacia atrás deliberadamente, tropezando unos pasos por las escaleras, y cayó al suelo.

Entonces, la pantalla mostró a Brisa gritando y atrayendo la atención de los demás, seguido por la escena donde acusaba a Adda de empujarla.

La reproducción de la imagen se detuvo ahí.

Elgran salón de banquetes estaba inusualmente silencioso.

Este Ojo de Águila era realmente extraordinario.

Las imágenes proyectadas eran de efecto 30 a simple vista, como si todo realmente sucediera frente a ellos.

Y en ese momento, la verdad ya era cristalina

Adda nunca habia empujado a Brisa.

Fue Brisa quien, con el fin de incriminar a Adda, se cayó deliberadamente por last escaleras y luego gritó como si fuera la víctima.

Y, de su conversación, todos pudieron detectar algunas pistas.

*Asi que Felipe fue robado de las manos de Adda por Brisa usando métodos despreciables, ¿eh? Siendo Adda Atenas tan hermosa, uno se pregunta qué tácticas utilizó para que Felipe renunciara a tal belleza.”

“Mira su barriga embarazada de algunos meses, ¿qué tácticas habrá usado? No hace falta decirlo.”

“Quién hubiera pensado que Adda y Brisa eran amigas desde el bachillerato, que Adda le había ayudado tanto, y ella le robó el novio a Adda, eso realmente es pagar bondad le había ayudado tanto, y ella le robó e con maldad.”

“Desde el principio hasta el final, Adda siempre ha sido transparente, quien hubiera pensado que la señorita Brisa, aparentemente inocente y frágil, fuera una persona con tales pensamientos malignos.”

“Risa Atenas claramente estaba coludida, siempre insistiendo que lo había visto con sus propios ojos, jurando con tanta firmeza, sin temor a que se cumpliera.”

“Más bien, ella hizo que sus padres adoptaran a Brisa como hija adoptiva, solo para molestar a Adda, no es de extrañar que Adda decidiera romper lazos.”

“Quién iba a pensar que la verdadera hija de la Familia Atenas fuera tan malvada, dicen que fue criada por una asesina en el barrio bajo, tales métodos bajos, la gente común ni siquiera podría imaginarlos, si la Familia Atenas cae en sus manos, me temo que se arruinará…”

Los murmullos comenzaron a esparcirse, con dedos apuntando en todas direcciones.

Pascual y Leticia, al presenciar esta escena, también se sintieron extremadamente complicados.

Realmente pensaron que Adda había empujado a Brisa, nunca imaginaron que habían sido engañados por Risa y Brisa.

Por primera vez, la mirada de Leticia hacia Risa se enfrió.

Todos estaban presenciando el escándalo de ellos.

= Capdule 120

Risa, parada en su lugar, solo sentía que su cabeza daba vueltas.

El espectáculo de ruina y desgracia de hoy se suponía que era para Adda, no entendía cómo al final todo recaía sobre ella.

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