La Caída y el Rescate del Amor Novela

Capitulo 1967

Octavio no reacciond.

Mirela, con un semblante algo agitado, gir6 su cabeza hacia Lorena dandose
cuenta de que, al haber estado en el extranjero, tal vez no estaba tan informada
como ella, luego posé su mirada en Lisandro.

Sus labios temblaron levemente antes de que pudiera hablar, “¢ Desde cuando?”
Lisandro la miré con indiferencia durante unos segundos, “Acaba de pasar.
Mientras ta te ibas

a

sigilosamente a recoger a la Sra. Lorena para darnos una sorpresa al regresar.”
Lisandro admitia que habia un poco de intencién en sus palabras.

Durante todos esos afios, sin importar lo que hiciera, nunca logré conocerla
verdaderamente.

Nunca juzgé la busqueda del amor en términos de bien o mal, pero si Alicia no
hubiera expresado su amor por Octavio desde el principio, siendo tan abierta, sin
ocultar sus sentimientos hacia él, como habria visto a Octavio?

¢ Se habria dado cuenta de la posibilidad de tener una relacién de amor con él?
Todo era simplemente porque Alicia lo queria.

El tenia casi treinta afios mas que ella, y desde el momento en que entré por la
puerta de la familia Valdivia, siempre habia estado luchando en secreto con
Alicia.

Durante todos estos afios, habia usado a Alicia como una vara para medir el
significado de su vida.

Se podia escuchar el sarcasmo en las palabras de Lisandro hacia ella.

Mireia dio un paso atréas sutiimente.

Lorena, siempre sonriente, observaba todo silenciosamente, luego dirigié su
mirada a Octavio.

“¢ Aceptaste?”

El asinti6 con tranquilidad.

Lorena todavia sonreia, “Yo no sabia nada.”

“No es tarde para saberlo ahora.” Dijo su hijo con indiferencia.

“Mmm.” Lorena murmuré pensativa, “¢ Como que no es tarde? Perdiste la
oportunidad de rechazarla. Ahora solo queda arrepentirte y eso puede herir mas
el corazén de una nifia.”

La expresion de Lisandro se endurecié de inmediato.

“Lorena.”

“¢,Como?" Los invitados ya habian comenzado a irse uno tras otro, en el amplio
salén solo quedaba el mayordomo dirigiendo a los sirvientes en la limpieza.
Lorena, con una sonrisa en sus ojos, volvié su mirada hacia Lisandro y al
encontrarse con el frio en sus ojos, sus manos se tensaron discretamente en su
pecho.

“Esa mirada,” murmuré en vo6z baja, soltando una risa ligera, “Deja de mirarme
asi, ¢por qué siempre parece que la que se equivoca soy yo?

Octavio es mi hijo, al menos deberia tener el derecho de opinar. Tu preciada hija
es tan delicada y sensible, que me preocupa no poder cuidarla blen. Si se siente
maltratada, ¢,cémo te lo explico?”

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Capitulo 196

Lisandro hablé con voz grave, “No necesito que me lo expliques y no tienes que
hacerlo. Eso es algo entre Alicia y Octavio.”

Lorena lo miré en silencio por un momento, luego empezé a hablar con una
sonrisa ligera.

“Tienes razon, los jévenes estan enamorados, no debo tomarmelo tan en serio.”
Levant6 la mirada hacia Octavio, que estaba frunciendo el cefio con el rostro
frio, “Como hombre, mantén la distancia adecuada, no sea que luego no puedas
liberarte.”

El significado de sus palabras era demasiado obvio.

“Lorena, ¢qué es lo que realmente quieres hacer?”

La sonrisa en el rostro de Lorena se desvaneci6 gradualmente y su mirada se
volvié tan fria como su

VOzZ.

“¢ Estoy equivocada de nuevo? No puedo dejar que se arrepienta y al parecer
tampoco te conviene que tenga un romance con tu preciada hija, dime, ¢qué
debo hacer para estar en lo correcto?”

“¢ Asi es como ves esta relacion?”

“¢Y como lo veo? Simplemente sé que tu hija ama a Octavio y no quiero verla
herida, eso es todo. Hay muchas personas que han sufrido por amor.

La persona gue amas no siempre tiene que ser una excepcion. Probablemente
aun no entiendes que el amor para otros no es un acto de realizacion, sino de
destruccién.”

Lisandro fruncié ligeramente el cefio.

“Lorena, tus palabras me hacen dudar si alguna vez realmente amaste a
Regino.”

Por un instante, un destello de molestia cruzé el rostro de Lorena.

Momentos después, su cara se iluminé nuevamente con una sonrisa célida y
mir6 fijamente a Lisandro antes de decir lentamente:

“¢ Preguntas si lo amé?”

La fruncida de cefio de Lisandro se intensificé y por un momento no dijo nada.
El ambiente se tenso y hasta Mireia percibié que algo estaba sucediendo.

Con la mente llena de dudas, sospeché que habia algun conflicto entre ellos o
tal vez algo mas.

Su mirada se movié entre Lorena y Lisandro, se mordi6 los labios y no se atrevio
a pensar mas alla.

Si Mireia podia percibirlo, Octavio ciertamente también lo habia notado. Sus ojos
entrecerrados se posaron en su madre.

Sin embargo, Lorena no dejé que la atmésfera se estancara por mucho tiempo y
pronto comenzo6 a reirse, cubriéndose la boca con la mano.

“Regino y yo tuvimos un hijo, ¢y ahora estas cuestionando si lo amo?”

El ambiente se alivié un poco.

“Solo estaba considerando el peor escenario. Son jévenes, ¢quién sabe cuanto
durara su amor o cuanto tiempo se mantendra la novedad? Las relaciones
deben tomarse en serio, al final las que pierden son las mujeres.”

“No quiero que nuestra relacion de tantos afios se vea afectada por nuestros
hijos en el futuro.”

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Capitulo 1967

Lisandro oculté sus emociones y asintié. Siendo asf, las palabras de Lorena
tenian sentido.

A pesar de eso, todos sabian que las palabras de Lorena escondian algo més.
Después de despedir a Lorena y Octavio, la fiesta de Alicia finalmente terminé.
La joven estaba en su habitacion, rebosante de felicidad. Estaba especialmente
satisfecha con su celebracion de cumpleafios.

Después de tantos afios, su.relacion finalmente se habia consolidado.

Sin esperar a la mafiana siguiente, las noticias sobre la lujosa fiesta de Alicia y la
confirmacién de su relacién con Octavio inundaron internet.

Desde entonces, casi todo el mundo sabia que la princesa de la Ciudad P ya
tenia duefio.

Octavio pens6 que Lorena diria algo, pero no dijo nada.

“¢ Por qué no me avisaste cuando regresaste?”

“Ahora lo lamento. Si te hubiera avisado, tal vez no habrias hecho publico tu
asunto con la pequefia princesa de la familia Valdiva en toda la ciudad.”

El auto se detuvo lentamente frente a la mansion de la familia Benito, Octavio se
desabroché el cinturén de seguridad y dijo con voz tenue, “No puedo
esconderme.”

“¢No puedes esconderte?” Lorena solté una risa fria. “Octavio, eso suena como
si solo estuvieras cediendo, como si no tuviera nada que ver con tus
sentimientos. ¢Es asi?”

Octavio abrié la puerta y salié del coche.

Lorena lo sigui6 de cerca.

“iResponde mi pregunta!”

Su hijo rode6 el frente del coche y su figura esbelta se detuvo frente a ella.

“Te gustaria que fuera asi.”

“Si, me gustaria.” Lorena fruncio los labios. “Pero también espero que ella
realmente te ame, mas de lo que he visto y mas de lo que puedo imaginar.”
Octavio fruncié el cefio y sus ojos oscuros se fijaron en Lorena, sin que la luz del
patio pudiera penetrar la oscuridad de su mirada.

Después de unos segundos, solté una risa baja.

El rostro de Lorena se ensombrecio.

“¢De qué te ries?”

“Si me dijeras qué problema tienes contra la familia Valdiva, tal vez me vengaria
por ti. Pero no sé nada asi que, ¢cémo puedo lastimar sin razén alguna a una
mujer que solo tiene ojos para mi, crees que soy

tan cruel?”

Lorena parpade6 y retrocedi6 un par de pasos. “Entonces, te gusta esa mujer
porque solo tiene ojos para ti, ¢ verdad?”

Octavio se enderezo, inexpresivo. “. Qué si es asi?”

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Capitulo 1967

El rostro de su madre se oscurecié atin mas. “Tener una relacion esta bien, pero
si piensas en casarte con ella, no lo aprobaré.”

Sin darle a su hijo la oportunidad de responder, dio media vuelta y entré en la
mansion.

Octavio se quedé parado en su lugar, sus oscuros ojos observaban la silueta de
Lorenal desvaneciéndose en la noche;

Su expresion era sombria.

No entré enseguida, sino que sacé un cigarrillo delgado, lo encendié y se apoyo
en el coche.

El humo etéreo ocultaba sus ojos, ya escondidos en la oscuridad de la noche.
Sus ojos, normalmente tranquilos e indescifrables, ahora estaban atin mas
ocultos, sin siquiera una silueta visible.

Oscuros, profundos, con un toque de arrogancia y soledad.”

Lorena habia hablado mucho esa noche, pero la mayor parte de lo que le decia
a Octavio era siempre sobre lo mismo.

Como si los tnicos temas entre ellos, fueran sobre Mireia y Alicia.

De hecho, sus caminos como madre e hijo rara vez se cruzaban.

Lo que ella hablaba con Mireia en un dia podia equipararse con toda la
comunicacion que tenian ellos en un afio.

En estos dltimos dos afios, su relacion habia crecido, pero era una que definiria
su vida.

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La punta del cigarrillo brillaba y se
apagaba en la noche, mientras en su
mente, en su corazon, en la punta de

su lengua, en su cuerpo, la frase de
Lorena de esa noche giraba una y

otra vez, como si fuera un bucle
involuntario. The content is on
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“Espero que ella realmente te ame, mas de lo que he visto, mas de lo que puedo
imaginar.”

Lorena habia dicho tantas cosas que valia la pena profundizar, reflexionar e
incluso irritarse, pero solo esa frase parecia resonar en su ser, repitiéndose
instintivamente sin fin.

Ella realmente te ama.

Mas de lo que has visto, mas de lo que has imaginado.

¢Qué tan profundo seria?

Octavio aspiré una Ultima bocanada del cigarrillo y luego apagoé la colilla bajo su
pie.

¢ Para qué preocuparse? De todos modos, no la veria.

Un dia, Alicia ya no pudo resistirse y corrié a la empresa en busca de Octavio.
Habiendo crecido junto a Lisandro, aunque no entendia del todo el peso de
liderar la empresa con tantos empleados y niveles jerarquicos bien organizados,
sabia que él siempre estaba ocupado, pero no entendia con qué.

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Cuando Alicia llegé a la empresa y
encontro la oficina de Octavio, lo vio
sentado frente a su escritorio, su

rostro distante y elegante miraba la
pantalla del ordenador, los reflejos de

la pantalla brillaban en las monturas
plateadas de sus gafas. The content

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19:32 im

Capitulo 1967

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Al oir ruido, la mir¢ y tan rapido como

la vio, desvio la mirada, sus dedos

largos tecleaban rapidamente en el
teclado, emitiendo un sonido tac tac

tac que resonaba por la oficina,

donde no se escuchaba ningun otro

ruido. The content is on

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El estaba sumido en su trabajo y aunque ella estaba molesta por su indiferencia,
obedeci6 y caminé hacia el sofa junto a la ventana de piso a techo y se sent6.
El sonido del teclado no cesaba, pero los ojos de Octavio se posaron en los pies
de ella justo cuando se gir6.

Sélo una mirada, luego volvié a su trabajo.