Chapter 90
Llamada inesperada.
Mi estado de ánimo habia mejorado considerablemente, a pesar de que los problemas con los Dubois seguian, el solo saber
que mis padres estaban con vida todo lo malo quedaba en segundo plano, me impulsaba a sacar adelante mi nueva empresa,
me motivó a hacer mi mayor esfuerzo en mi proyecto y que cuando ellos vuelvan, se sientan orgullosos de lo bueno que he
sacado de este mal episodio en nuestras vidas.
A eso se le sumaba la cercanía entre Alexander y yo, quien se habia vuelto un gran apoyo en los momentos más dificiles y una
gran distracción a mis problemas, como por ejemplo en este preciso instante, que deberia estar nerviosa por la reunión que
tenia con los directivos de L&J para comenzar a trabajar en la colección de lanzamiento de la marca, sin embargo, estaba
sumida en mis pensamientos, recordando cada beso, cada caricia, cada sensación, lo que hicimos estando más cuerda que
nunca y teniendo yo la iniciativa.
Lastimosamente, el trabajo de ambos nos impedia sacar un tiempo para nosotros, Paul ha estado con malgenio estos últimos
dias y Alexander está haciendo su mayor esfuerzo por terminar la colaboración lo más pronto posible y librarse de ese infeliz.
En este momento, comenzaba a reconsiderar la idea de que se quedara unos dias en la Villa.
Al llegar a la nueva empresa agarrada de la mano con Tristán y en compania de Jack y Abby, fuimos directamente hasta la sala
de juntas, sin embargo, aproveché para darle un vistazo al personal, que comenzaron a trabajar a tiempo en la producción de la
colección de lanzamiento y la verdad, estaban haciendo un gran esfuerzo.
En la sala de juntas estaban Vincent, Sofia la relacionista pública y mi diseñadora estrella Zafiro, faltaban dos más por llegar,
peto teniendo en cuenta que faltaban diez minutos para iniciar la reunión, deberian llegar en cualquier momento.
Buenos dias a todos. -salude a cada uno con un beso y me senté en la cabecera de la mesa, dejando a Tristán sentado a mi
lado, lo más probable es que se quede dormido a mitad de la reunión, pero no iba a dejarlo solo en casa con Maga sabiendo
como está la situación de caliente, -Les agradezco su puntualidad, solo esperamos a dos nuevos socios e iniciaremos la
reunión.
Todos estuvieron de acuerdo y volvieron a lo suyo mientras esperabian.
Zafi se acercó para elogiar elocuentemente mi vestido azul marino con encaje y bromeó con Jack sin vergüenza alguna, Abby
se quedaba corta al lado de las ocurrencias de Zafiro.
Abby tenia la vista clavada en su celular y Vincent la miraba de reojo mientras hablaba con Sofia de algunos temas que
tocariamos en la reunión, ella estaba enterada de todo lo relacionado con la empresa, sin embargo, hoy les tenia preparado a
todos dos grandes
sorpresas.
Y como si lo hubiese invocado, tocaron la puerta de la sala de juntas un par de veces y no dude ni un segundo en levantarme
para abrirle personalmente a mis dos socios.
Bienvenidos los abracé a ambos efusivamente y me correspondieron en seguida. A mis espaldas escuché un jadeo de sorpresa
y los solte cuando escuché la voz de Abby
No te lo puedo creer-mire a Abby, quien había dejado su celular sobre la mesa y miro incredula al par de hombres. -¿El cielo
escuchó mis plegarias? Me han enviado dos ángeles directamente del cielo, el trabajo será menos pesado con semejantes
socios.-por poco suelto una carcajada con las indiscretas palabras de Abby, aunque yo sabia muy bien que era broma, pues
siempre los ha tratado de esa manera tan peculiar, pero sus sentimientos tenian nombre y apellido, Miré disim mente a Vincent
y tuve que apartar la mirada o terminaria soltando la carcajada por su expresión.
Fulminaba a Abby, aunque ella no pudiera verlo, mientras mantenía sus puños apretados sobre la mesa, ignorando lo que Sofia
le estaba diciendo.
Abby segula castigandolo por su indecente propuesta y Vincent no parecia capaz de soportar su indiferencia. La verdad, me
parecia absurdo que se negara a arriesgarse por primera vez en una relación seria y más siendo con Abby, cuando sus
sentimientos por ella eran más que evidente.
-La revoltosa Abby. También trabajarás con nosotros, qué buena noticia. -dijo Hugo, el menor de los Lefebvre, quien no disimuló
ni un poco al mirarla de pie a cabeza y Abby fingió una risa timida, antes de engancharse en su brazo e hizo lo mismo con el
brazo de Bastián, este último miró con complicidad a Hugo.
– Ella es perfecta para que me ayude. -Bastián le mencionó aquello a Hugo y por supuesto era un tema que todos
desconocíamos, pues no entendia lo que queria decir, al menos eso crei hasta que
Vincent se levantó de su asiento y con una mirada furiosa, se dirigió a su hermano menor.
-Ni se te ocurra, Bastián. -lo señaló en modo de advertencia con su dedo indice y todas las miradas se posaron en él con
curiosidad por su repentina reacción.
-Estos celos me hacen daño, me enloquecen. -Zafiro tarareó una canción mientras caminaba despreocupada hasta su silla,
ganandose una mala mirada de Vincent, quien trató de disimular cuando lo dejaron en evidencia mirando al techo.
Me interesa. -dijo Abby, ignorando las palabras del hombre que lucia irritado y molesto al otro lado de la mesa negando con su
cabeza con las manos sobre su cadera en modo de jarra. -Hablamos a la salida, ¿te parece?
-Cuenta con ello.-respondió Bastián guiñándole un ojo, y Hugo, quien parecia haber entendido el porque de la repentina
reacción de su hermano mayor, soltó un suspiro mientras miraba con curiosidad a Vincent, antes de decir.
-Presiento que esto va a terminar muy mal.
Por favor, dejen ese tema para después y comencemos con la reunión.-intervine para acabar con el ambiente tan tenso que se
habia creado desde la llegada de mis primos.
Abby invitó a mis primos a sentarse, quedando ella en medio de los dos, ignorando las dagas que le lanzaba Vincent con la
mirada, mientras volvia a tomar asiento con la mandibula tensa y el rostro levemente enrojecido.
Los puntos principales se trataron, el porcentaje de acciones de cada directivo y el puesto que cada uno iba a ocupar a partir de
hoy, también los preparativos para el lanzamiento en el que se invitaron altos ejecutivos e importantes empresas de moda de
todo el mundo, pero nadie sabria quien estaba detrás de L&J hasta el momento de la presentación,
–
Tengo una noticia sorpresa, es una decisión que he tomado junto a Zafiro y es lo que hará la diferencia de Doinel para que no
nos relacionen con Paul y sus colecciones, y es que, nuestra colección no será solo de vestidos exclusivos, también incluiremos
diseños de calzado, carteras, joyeria y en un futuro también perfumeria, -informé a mitad de la reunión y todos quedaron
atónitos con la información, Vincent negó con su cabeza estando en desacuerdo y lo miré mientras jugaba con un boligrafo en
mi mano, esperando que expresara el motivo por el que se negaba.
-Sarah, es muy arriesgado, los riesgos serían mayores a los beneficios, estamos comenzando y es mejor dar calidad que
cantidad. -dejé el boligrafo sobre la mesa con una sonrisa, porque sabía que alguno daria aquella opinión, pero es que ya lo
tenia todo muy bien. planeado.
-Me he tomado el tiempo de estudiar a fondo la posibilidad de lanzar al mercado más que solo diseños exclusivos de vestidos y
me complace informarles que me he asociado con los mejores y famosos diseñadores en cada área para iniciar con la
colaboración de cada diseño, la inversión es alta y también existe un margen de riesgo, sin embargo, tratándose de una
colaboración de marcas prestigiosas, es ventajoso el margen de beneficio. -traté de explicarme lo mejor posible y, aun asi,
Vincent no parecia convencido del todo, pero los demás estaban de acuerdo con mis ideas. -Vincent, si estaremos atados de
manos, al menos pelearemos para que el director general de Doinel sufra con la competencia directa que le dará L&J, no se la
dejaremos fácil, no podemos dejar que se salga con la suya y que disfrute de lo que no le pertenece, la pelea es peleando y
necesito el apoyo de cada uno de ustedes para lograr nuestros objetivos pese a lo riesgoso que es comenzar de cero.
Zafiro sonrió de oreja a oreja con mis palabras y asintió efusivamente con su cabeza.
-Me encantan los retos y este no lo dejaré escapar de mis manos, cuentas con todo mi apoyo. -tras el apoyo de Zafiro, todos
respondieron positivamente y Vincent, después de pensarlo más de la cuenta asintió con su cabeza no muy contento.
-Está bien, le daremos la pelea para que no tenga el poder que tanto anhela y afrontaremos lo que se venga, tienes mi apoyo
incondicional. -sonrei complacida con su respuesta y di por zanjado el tema sorpresa, dándole paso a los diseños.
Tristán se había quedado dormido tal y como lo supuse y Jack se ofreció en quedarse cuidándolo para que pudiera ir sin
preocupaciones a chequear el avance de los diseños. Zafiro nos guio hasta su taller, donde nos mostró el proceso de la primera
colección.
Estaba tan concentrada en uno de los vestidos, que me exalté en mi lugar haciendo caer la prenda de mis manos, cuando senti
unos brazos rodeando mi cintura desde atrás.
Con solo oler aquella exquisita fragancia supe quien era el inoportuno que se atrevió a interrumpirme.
-Ese vestido luciria perfecto en el hada más preciosa, el rojo resalta tu hermosa y delicada piel. -habló con dulzura en mi oido,
provocando un escalofrio que me recorrió desde la espalda hasta alojarse en mi nuca, erizando toda mi piel a su paso. -No, me
equivoco, ¿sabes como luciria mejor? En mis manos, al quitártelo antes de hacerte el amor. -abri mis ojos sorprendida al oir
aquello y di gracias al ciclo que lo dijo en un susurro que solo yo alcance a escuchar, pues los demás seguian con la atención
en cada prenda que Zafiro les enseñaba.
—¡Alexander! —le grité en voz baja cuando me giré para observar su sonriente y encantador rostra. Froté mis dedos en la
frente mientras le daba un disimulado vistazo a los demás, rezando porque en realidad nadie haya escuchado las barbaridades
que me susurro. -¿Qué estás haciendo aquí?-pregunté confundida, aunque se me hizo imposible no sentirme alegre de verlo
después de unos largos días sin su presencia ni su compañía.
Fueron pocos dias, pero lo eché de menos.
Lo siento si te he interrumpido, es que encontré una buena excusa para escaparme de Doinel y dejar de ver la cara de triunfo
ese desgraciado. Ni te imaginas lo que me cuesta contener las ganas de partirle la cara. -solté una risa ante su confesión y lo
tomé del brazo para alejarnos de los demás y poder hablar sin que nadie nos escuchara.
-Ypuedo saber qué excusa encontró el Sr. Lancaster para huir de esas viboras. No deben ser muy amables contigo, ¿cierto?-
una sonrisa se dibujó en sus labios y sus ojos se clavaron en los mios, me miraba con complacencia y ternura.
–
¿Crees que me importa si son amables conmigo?-respondió con una pregunta que se respondia por si sola. Y por supuesto que
la Sra. Lancaster lo puede saber, de hecho, tiene mucho que ver con usted, Sarah Lancaster. -lo miré divertida por como me
llamaba y
su sonrisa se ensanchó al mismo tiempo que pasó sus manos por mi cintura, atrayéndome a su firme cuerpo. -Me quedaré unos
dias en la Villa Doinel para cuidar de mi hermosa novia y mil maravilloso hijo.
Quedé atónita cuando terminó de hablar y no supe si era porque me estaba informando que se quedaria en rui casa o porque
se refirió a mi como su novia.
Aunque en varias oportunidades consideraba la idea de que se quedara en casa, no terminaba de convencerme, tal vez era
miedo de
volver a convivir con él y que las cosas no salieran como lo esperaba, además, seria un cambio muy drástico para Tristán y él lo
sabia.
Una risa divertida se escapó de mi boca y su sonrisa desapareció de su rostro por mi reacción y enarcó una de sus cejas
esperando que terminara de reirme.
– Vale, vale, por poco caigo en la broma. Ya, dime la verdad, ¿qué excusa has inventado?-pregunté cuando mi risa cesó,
manteniendo una sonrisa divertida, la cual desapareció al ver que Alexander me miraba sin el más minimo indicio de gracia. No,
Alexander, dime que estás bromeando.
Nunca había hablado tan en serio en mi vida. Cariño, no es la primera vez que viviremos bajo el mismo techo y ahora será
mejor porque
Tristán tendrá a sus padres juntos como debió ser desde un principio, a él le encantará tenernos a ambos junto a él, en algún
momento tenía que pasar y esta es una buena oportunidad, porque también necesito cuidar de mi familia. No está en discusión,
tengo mis maletas en el auto y vine a esperarte para irnos a casa. ¿Dónde está Tristán? ¿Lo dejaste con Maga?-quedé helada
en mi lugar, sin ser capaz de procesar lo que Alexander me decía. Era inesperado, ni siquiera me avisó antes de venir y lo soltó
sin anestesia.
Lo pensé detenidamente y lo que decía tenía un poco de razón.
Esta situación se daria en cualquier momento, teniendo en cuenta que nos estábamos dando una oportunidad y Alexander
prefirió que fuera más temprano que tarde, pues mi hijo y yo estábamos expuestos mientras mis padres no regresaran a casa
con buenas. noticias, lo cual era incierto.
Antes de siquiera darle una respuesta,mi teléfono sonó en mi mano sacándome de mis pensamientos. Miré la pantalla y mi
ceño se frunció al ver que la llamada entrante era de un número de New York que no tenía registrado..
Mi corazón se aceleró al pensar que podrían ser mis padres que intentaban comunicarse conmigo y lo atendi sin pensarlo dos
veces.
¿Hola? -hablé con la esperanza de escuchar la voz de mi madre o mi padre, pero aquella idea se esfumó cuando la voz gruesa
de un hombre me respondió.
¿Hablo con la Sra. Sarah Doinel?-volvi a fruncir mi ceño, totalmente confundida porque no reconocía esa voz de ningún lado
por más que intentara recordar.
-Con ella, ¿quién es?-pregunté con tono serio y Alexander me miró preocupado.
Hubo un silencio del otro lado de la línea y cuando estuve a punto de colgar pensando que era algún ocioso que solo quería
molestar, escuché una voz que me dejó congelada en mi lugar.
¿Hola? ¿Sarah? -era la inconfundible voz de Rachel, podria reconocerla en cualquier lugar. De mi boca no salió ni el más
minimo sonido, a pesar de que queria responder a su llamada inesperada. -Si me estás escuchando, quiero que sepas que lo
pensé mejor y he tomado una decisión. -escuché como suspiraba del otro lado y el alma volvió a mi cuerpo cuando por fin pude
reaccionar mirando con sorpresa a Alexander. -Voy a confesar.