Chapter 3
El conductor del audi
Cristóbal todavía dudaba de lo que sus ojos miraban! el conductor del audi era una mujer con un brillante y hermoso vestido de
novia, su rostro apenas se alcanzaba a distinguir por el blanco velo que lo cubría, pero lo poco que podía apreciar la mujer
inconsciente era realmente hermosa, sus largas pestañas negras y sus carnosos labios rosas no los había visto ni siquiera en
las modelos famosas con las que follaba cuándo salía del país, que en realidad no era muy seguido pues él amaba a su México
pero sobre todo a su Mazatlán sinaloa, la tierra qué lo vio nacer
Cristóbal había nacido en cuna de oro, sus padres los habían amado mucho a él y a su hermana, solo que cuándo Cristóbal
creció se metió de lleno en los negocios volviendose un hombre duro, sin sentimientos, muchas veces cruel y malhumorado
cómo la bestia antes de encontrar a bella, eso hizo que su padre al haberle insistido tanto en que sentara cabeza con una
buena mujer y ya sin esperanzas, dejara una cláusula en su testamento
__ sí quería heredar toda su fortuna debía casarse por mínimo dos años y tener un heredero, de lo contrario si Cristóbal no lo
hacía así, el hermano menor de su padre, Anibal Altamirano tenía el mismo derecho a reclamar la herencia si cumplía con los
requisitos establecidos,
A sus veinticiete años Cristóbal lo que menos quería era casarse, todavía estaba muy reciente el dolor de la perdida de sus
padres apenas cinco meses atrás en un accidente de auto cuándo viajaban a otra ciudad
Cristóbal volvió de golpe al presente, estaba por llamar a una ambulancia pero prefirió llamar a su amigo Benjamín Osuna, el
joven director de una de las mejores clínicas de la ciudad
ring.. ring.. Benjamín respondió al segundo timbrar
__
Qué milagro! apareció el perdido, a qué debo el honor de tu llamada Cristóbal? bromeaba Benjamín __
eran amigos de toda la vida y aunque ambos habían salido del país para estudiar sus carreras profesionales, nunca habían
dejado de frecuentarse, siempre habían estado el uno para el otro
__Benji! cómo le decía Cristóbal, necesito qué atiendas a una mujer con la qué acabo de chocar!
__ Cómo? pero estás bien? no moriste? la mujer está viva?__
Cristóbal rodó los ojos
Claro qué no morí imbécil! de lo contrario no te estuviera llamando! assshh contigo siseo Cristóbal
La mujer tampoco murió, llego a tu clínica apenas y pueda sacarla de aquí para llevarla a qué la atiendas! __ acto seguido el
joven Ceo malhumorado colgó el celular dejando a Benjamín con la palabra en la boca
__ sigues siendo la misma bestia! murmuró el joven médico
Cristóbal con mucha batalla sacó a Camill del audi, el vestido de camill era voluminoso y al Ceo le costaba trabajo acomodarla
en sus brazos, cómo pudo con igual batallar la metió a su lujoso deportivo para salir a toda velocidad a la clínica de Benjamín,
Cristóbal malhumorado cómo siempre era, iba refunfullando __ un vestido menos vistoso no se te ocurrió llevar puesto mujer! es
más vestido que novia! Seguro qué se arrepintió el novio de casarse contigo en cuánto te vio!
pero ésto lo decía Cristóbal solo de dientes hacía afuera, por qué a decir verdad la hermosa mujer parecía un verdadero ángel a
los ojos del Ceo de hielo, cómo le llamaban sus trabajadores en las empresas que dirigía, todos en la oficina que llegara se
ponían a temblar con su sola presencia, Cristóbal tenía fama de perfeccionista, no daba segundas oportunidades y no permitía
errores en sus empleados