Chapter Capítulo 1821
Capitulo 1821
“jOtra bofetada!” Asier pronunci6 con rabia contenida, apretando los dientes al hablar.
Liuva, esa mujer, no se daba cuenta de su propio valor y se atrevié a decir esas palabras tan venenosas a
Elia.
Cada frase suya pisoteaba los limites de Asier.
El habia salvado la vida de Elia, arriesgando la suya propia, y nadie tenia derecho a lastimarla.
Tan pronto como Asier termin6 de hablar, el guardaespaldas agarré el cabello de Liuva y le propiné dos fuertes bofetadas, haciendo que su rostro se torciera violentamente hacia un lado.
Con la primera bofetada, se le dislocé la mandibula; con la segunda, se torcié el cuello, girando la cara completamente hacia un lado, sin poder volver a su posicion original.
El dolor intenso, como si se le hubiera roto el hueso de la mandibula, la invadio subitamente, causandole un malestar tan grande que parecia que le iba a estallar la cabeza.
El cuello torcido provocaba un dolor tan intenso que parecia que su cabeza estaba a punto de caerse, abrumando todos sus nervios. Liuva lloraba desconsoladamente: “jAy, malditos!”
Gritaba en agonia, pero su boca no cedia, jadeando, exclamo: “jAsier, esto que haces es tortura ilegal! jTe voy a denunciar, haré que te encierren en prision!*g2
“¢ Tortura ilegal? Parece que no tienes idea de los crimenes que has cometido®, Bruno respondi6 con un bufido frio.
En ese momento, un hombre de unos treinta y cinco afios entré en la habitacion. Al llegar, su presencia seria y autoritaria llené de inmediato todo el espacio.
Saludo diciendo: “Asier, disculpa, llegué tarde.”
Elia mir6 al recién llegado; a primera vista, le pareci6 familiar. Al mirarlo por segunda vez, reconoci6 quién
era.
iEra el oficial Sergio Gil, quien compartia el mismo nombre del pilar con Sergio Griera!
Elia aun lo recordaba, era un buen amigo de Asier, y alguna vez, en un intento imprudente de investigar un asunto, habia buscado al oficial Gil.
Ya en aquel entonces, Elia habia percibido que la identidad del oficial Gil no era simple.
Ahora al volver a verlo, sentia una conmocion indescriptible en su corazon.
Asier debio haber llamado al oficial Gil.
Sin entablar mucha conversacion, Asier dirigié su mirada hacia Lluva y dijo: “Eres una delincue reincidente que no aprende. Antes cuando secuestraron a Elia; eras tu la que buscaban. Luego, durante la semifinal de la competencia de joyas, sali6 con la suya cambiando las joyas reales por imitaciones de plastico. Esta vez, no sé a quién has convencido para que vuelva a acusar a Elia de plagio.”
Asier, en pocas palabras, dejo en claro todos los crimenes de Liuva. El oficial Gil la miré con interés, notando como lloraba desconsoladamente con la cabeza inclinada a un lado, incapaz de volverla a su lugar.
Con una ligera risa, dijo: “Asi que eres tu, te he estado buscando durante meses. Una mujer que me ha costado tanto trabajo encontrar.”
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Dicho esto, oficial Gil se acercé a Liuva, agarré su mandibula intentando girar su rostro para que lo mirara directamente.
El habia venido especialmente por Liuva, pero ella seguia con la cabeza inclinada, sin mirarlo directamente,
eso no estaba bien.
“jAy, duele, no me toques, mi cuello se va a romper!” Liuva grit6 de dolor.
Su cuello ya estaba torcido, y mantener esta posicion era algo mas tolerable, pero tan pronto como intentaba girar, el dolor era tan insoportable como si le quitaran la vida.
Lejos de soltarla, el oficial Gil forzé aun mas la cabeza para girarla:
“¢ No pensaste en lo dificil que es para los demas cuando los incriminas? Ahora que te ha tocado a ti, ¢ sabes lo que es el dolor?” El oficial Gil hablo friamente.
A medida que ejerci6 mas fuerza, el cuello de Liuva emitié un sonido crujiente “crack”.
Capitulo 1822