Destinada a los gemelos alfas

Chapter 38



38
Más que tener miedo en ese momento, Clara estaba cautelosa sentada en la cama mirando como Dixon caminaba en la
habitación de un lado a otro. El cuerpo de ella aún estaba tembloroso, pero no de estar aterrada como otras veces que estaba
cerca de él o de su hermano, era debido al orgasmo que él le había provocado con su boca. La imagen aun la hacia sonrojar.
Nunca se imaginó una escena como esa y menos que un macho como Dixon hiciera
eso.
Además, se sentia extraña. No sabía que estaba pasando, pero constantemente perdía la conciencia y cada vez que volvía en
sí su vista estaba mejor. Y había mejorado tanto que ahora podía hasta definir los músculos del cuerpo del alfa, y hasta las
leves hondas de su cabellera oscura que caía sobre esta. Lo otro más notable era la fuerza que corría dentro de ella, incluso
haciendo que tuviera menos miedo de ellos y que sus presencias fueran más notables. Podia jurar que el olor del alfa era
incluso más atrayente que antes.
Se imaginó que la responsable de todo aquello era ella, aquello que estaba dentro de ella, sin embargo, no podía recordar nada
de lo que ella hacia.
-Ponte esto-Dixon volvió después de cerrar el armario entregándole a ella un vestido que tenía allí dentro-Ordene que hace
unos días trajeran algunas ropas para ti dado que tienes todo aun en tu casa-el alfa le decía mientras se sentaba en el borde de
la cama, al lado de ella.
Clara apretó el borde de la sábana sobre sus senos, era lo único que escondía su desnudez. Agarré el vestido y se las arregló
para ponérselo sin mostrarle demasiada piel al alfa, aunque era un pensamiento estúpido dado que él la había visto desnuda, y,
además, tocado y lamido. Aun así, pudo sentir el peso de la mirada de él fija sobre ella. Ahora, vestido se sintió un poco más...
protegida.
-No estás temblando de miedo, o llorando – Dixon agarraba la bandeja sobre la mesa y la ubicaba sobre sus muslos. Clara bajó
la cabeza mordiéndose el labio inferior. Decir que no tenía miedo sería inútil, claro que lo tenía, pero en ese mismo momento, y
después de la forma en que la habia tocado y hecho sentir ella estaba... solo un poco más cómoda.
-Así es mejor- había un ligero tono de satisfacción en la voz del alfa que la sorprendió. Dixon podía ser un lobo caliente al igual
que su hermano, pero normalmente solía ser bastante frio y tratar a los demás como sino valieses nada. -Come- Dixon le
ofreció un pedazo de algo que fue puesto delante del rostro de ella. Fue entonces que ella se dio cuenta del hambre que tenía y
su estómago sonó como muestra de ello. Sus mejillas ya sonrojadas por lo hecho anteriormente se tornaron un poco más rojas

y mantuvo la cabeza gacha. Ante la no reacción de la loba, el alfa llevó ese pedazo a su boca y lo mastico para tragarlo. – No
ttene nada- le dijo el pensando que ella no comia temiendo que su comida pudiera estar manipulada Aun así, Clara se mantuvo
al inargen y esto estaba llevando al límite de la poca pariencia que puseia Dixon
Llevó otro pedazo a su boca, mas no lo tragó Extendió la inano y agarró la nuca de la loba afrayéndola al La boca de ella se
estrelló contra la del alfa y algo fue puesto dentro de ella
-Come- fue una orden por parte de él y ella no se obligada a masticar y tragar. Si definitivamente tenía hambre.
El alfa no la soltó hasta que comprobó que había comido y su boca estaba vacía, entonces la soltó y puso la bandeja sobre los
muslos de ella.
– Deja la bandeja vacía. Saldrás en un rato a cazar junto a miembros de la manada y Ethan-se recordarlo casi le hacía grunir,
pero se contuvo al verla llevar un bocado a sus labios y comer lentamente, con un poco más de confianza, aunque el método
para lograr aquello había sido algo rudo.
La mano de Clara se detuvo en seco al escuchar aquello y lo míró. ¿ir a cazar? ¿de nuevo? Se estremeció de pensar en
aquello. Nunca le había gustado cazar, solo lo hacía porque su padre la obligaba. Ser perseguida por Salvajes y que tu vida
dependiera de ello no era nada divertido.
Dixon pudo ver la ansiedad en su rostro y puso una mano sobre la pierna de ella sobándola en un intento de consolarla? Apartó
la mano rápidamente dándose cuenta de lo que había hecho inconscientemente. -Mi hermano irá contigo. No correrás peligro –
le afirmó él – pero eres ahora la luna de esta manada. De esa forma podrás demostrar tu posición mostrándote. Hay muchos
rumores en la manada.
– No haría la diferencia-ella murmuró.
Dixon inclinó la cabeza y su cabello oscuro se ondeo en el aire.
-Si la hará. Ahora eres tanto mi mate... como la de mi hermano- no pudo evitar decir esta parte porque era la verdad, y negarlo
seria contraproducente ahora que sabían lo relacionado que estaban los tres – Que te vean en público junto a nosotros evitará
que no tomen en cuenta y no te respeten.
Clara escuchó en silencio sus palabras mientras masticaba, aunque no estaba para nada convencido que eso fuera a ocurrir.
Desde cachorra siempre había sido intimidada tanto por su discapacidad como por ser débil y eso solo había aumentado a lo

largo de los años y más cuando no había encontrado pareja al cumplir sus 18 años. Aun si fuera la mate del alfa, nada
cambiaría de la noche a la mañana, más bien, conociendo todo aquello estaba segura que la situación empeoraría)
No terminó toda la bandeja, pero comió lo suficiente para recuperar la fuerza suficiente como para sentirse mejor. Dixon le quitó
la bandeja de la que él mismo había robado algunos bocados y los había comido, y la dejó sobre la mesita de noche.
vamos, ya se están reuniendo él se levantó en dirección a puerta- Es hora. Clara simplemente asintió con la cabeza y
bajándose de la cama lo siguió con paso lento hasta la salida de la mansión
Después de ver coino Dixon se iba para alimentar a la loba casi una hora antes se había quedado Hann vuel pit la manada, con
la intención de inspeccionar la estancia y un poco más lejos Apule maviiniento reciente de los Salvajes en torno a los terrenos
no detectó nyin I . Ir que plante muy buena noticia No tenia intenciones de poner clara como carnada 1. 1.
prodi survu do lisiww .viadums
Después de un rato y haber abarcado bastante territorio se detuvo debajo de uno de los árboles y se recostó contra el tronco
para tomar un respiro. De pronto sintió una presencia cerca de él y estiró la mano agarrando un brazo que venía en dirección a
él. Sus dedos se envolvieron alrededor de la estrecha muñeca y la apretaron ganando un gemido de dolor femenino.
-¿Qué quieres – grunó el lobo con el ceño fruncido.
La loba que había chillado caminó hasta aparecer en el rango de visión de Ethan. Él la reconoció, era la que había avisado de la
comida para su mate.
-Usted... me miro-dijo ella de forma coqueta y con una leve sonrisa en su rostro. Sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas y
sus ojos brillaban. Un ligero olor a feromonas se desprendia de ella y Ethan arrugó la nariz. Después de haber olido a su loba
cualquier fragancia que no fuera la de ella le desagradaba. -Sí, te miré y qué- no estaba de buen humor para tratar con ella.
Tenía a Clara esperando en la casa y con su hermano. -Puedo satisfacerlo. Yo... soy una mejor hembra-se pasó la mano por el
vientre como símbolo de fertilidad. Era joven, recién cumplida la edad perfecta para encontrar compañero y mate, y se notaba
que ella estaba detrás de un buen partido. Solo que en este caso no sería él.
-Vete – ordenó Ethan con una voz mortalmente fría- No me gustan las hembras tan fáciles – le espeto recordando que con su
loba estaba teniendo que tener una paciencia... que no solía tener. Y eso era lo divertido. Eso sin quitar que ella era su mate.
La loba ante la negativa hacia su propuesta cambió la expresión de su rostro.

-¿Por qué?- casi chillo lo que hizo que los oídos de Ethan dolieran- ¿Por qué tiene que ser ella, Clara? Es la loba más débil de
toda la manada, con defectos, no podrá satisface... – una mano se puso sobre su boca agarrando con fuerza su rostro y la
mirada que le dio el macho hizo que ella comenzara a temblar de miedo.
-Porque ella es mi mate. Así de simple y mi hembra – se acercó a ella hasta que sus narices se tocaron-Y te lo advierto porque
te veo en la casa de Dixon-si mueves un solo dedo para hacerle algo a ella o estás relacionada pagarás las consecuencias
bastante altas įentendiste hembra?- era una clara advertencia. 1
La loba temblorosa asintió con la cabeza no queriendo molestar más al lobo. El cuerpo de ella estaba bañado en sudor.
Ahora sal de mi vista y no vuelvas a acercarte, ni a ti ni a Dixon, si sabes a que me refiero – No había necesidad de decir nada
más.
La hembra asintió y al ser soltada por Ethan las piernas de esta cedieron con su peso quedando en el suelo. Este no se dio la
vuelta cuando se encamino de vuelta. Estaba más interesado en ver a su loba en ese inomento que a nadie más. Se metió las
manos en los bolsillos y se alejó, hasta que se reunió con los al menos diez lobos que saldrían de caza y se quedó esperando
dado que el alfa se encontraba «ocupado».
Mejor así, de esa forma se podría ir el olor de la loba sobre él que se pegaba como una segunda piel. Aunque, una vez que vio
a su hermano salir junto con Clara a su espalda notó que este no se habia desvanecido por completo y cuando su mate se
había acercado a ello labia sentido.


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